7 de marzo 2003 - 00:00

"Los noticieros de TV no están pasando un buen momento"

Lucía Suárez
Lucía Suárez
E ncargada de la programación y contenidos de Pramer -propietaria de señales como Canal (á), Film & Arts, el-gourmet, CVN, Hallmark, Plus Satelital, Europa Europa, Magic y Cosmopolitan-, Lucía Suárez, cuenta con una amplia experiencia en el mercado televisivo y de las comunicaciones en general. Fue directora de Programación de América, ejerció la dirección de noticias del Canal 9, fue productora y directora de Telefé, donde creó y produjo el programa de investigación «Edición Plus». Dialogamos con ella sobre el impacto de la crisis en los canales a su cargo y de la TV en general.

Periodista:
¿Como afectó a los canales de Pramer la crisis argentina?

Lucía Suárez: En principio, somos cuidadosos en mantener una estructura realmente fiel al producto. No tenemos grandes estructuras, hacemos las cosas muy pensadas, de manera que una crisis de esa categoría no afectó a la pantalla como pudo haber afectado a otros canales, especialmente a los canales abiertos. Nuestros canales han sido mayormente distribuidos en la Argentina y en el resto de Latinoamérica, pero teníamos ya un mercado afuera de la Argentina que, por supuesto, está creciendo, y que nos posibilitó balancear el golpe de lo que estaba pasando en la Argentina. También armamos la programación con mucha anticipación. En enero de 2002, yo ya tenía la programación para todo el año.


P.:
Pero Canal (á) tuvo que levantar algunas producciones.

L.S.: En el año 2002 no se levantó ningún programa.


P.:
¿Que pasó con el noticiero del canal, entonces?

L.S.: Terminó el año. En 2002 no levantamos programas, por lo menos relacionados con la crisis. Una de las cosas que más peleamos el año pasado fue mantener nuestros compromisos, especialmente en Canal (á). E hicimos más cosas. En el caso específico de «Canal (á) Noticias» terminó su ciclo en 2002. Fue un programa que comenzamos en 2001, y se tomó una decisión de rever los contenidos para 2003. Entre los que iban a sufrir consecuencias estaba este programa.


P.:
¿Podría ser más específica acerca de por qué se levantó ese noticiero?

L.S.: Es un programa del cual yo me siento muy cercana, porque además me encantó armarlo. Creo que hicimos un excelente programa de noticias de información sobre la cultura, mayormente en la Argentina, con una producción realmente muy buena. Y en la televisión la producción de un noticiero es una de las producciones más caras, si realmente uno va a ser fiel a la definición de lo que es un noticiero panregional. Entonces, teníamos que cubrir otros países de Latinoamérica con la misma intensidad con la que queríamos cubrir la Argentina. Y nos parecía que era una inversión demasiado alta para la realidad de lo que es el cable en Latinoamérica. Si uno trabaja en televisión -yo tengo 27 años en esto-sabe que los programas empiezan y terminan. No será el primer programa que se termine. Todo tiene un ciclo. Ciertos programas surgen por una realidad económica, por una realidad social, por una necesidad comercial.


•Realities

P.: Este mes van a lanzar el canal Reality TV ¿La programación va a incluir realities?

L.S.: La programación se va a ir incrementando a medida que pase el tiempo, y puede ser que existan programas del perfil de un reality show. Reality será un canal con contenidos de no ficción. Son contenidos periodísticos, films caseros de imágenes muy importantes.


P.:
¿Que tipo de programas prefiere?

L.S.: Me gustan las cosas que son sinceras. Que lo que se proponen hacer se lo comunican al público. Lo que prometo, entrego. Sea ficción, sea documental, noticiero, una opinión. Lo que me parece muy importante es ser fiel al público. Respetarlo porque no es idiota. La gente hoy conoce el medio. Sabe distinguir entre lo real, lo inventado, lo bueno, lo de bajo costo, lo de alto costo, lo de buena calidad. Son expertos.


P.:
¿Que le parece el nivel de los noticieros?

L.S.: Creo que sigue habiendo una confusión muy grande entre la noticia y el entretenimiento. Cuando empiezan a mezclarse demasiado, se desvirtúa el propósito de lo que es dar las noticias. Hay mucha preocupación siempre por el rating. Pero creo que si uno empieza a pensar que la gente es inteligente, la va a poder engañar una o dos veces con una nota de efecto y de poco contenido, pero la próxima vez va a estar atenta. Los noticieros no están pasando por un buen momento. Los costos son muy altos, y tener un camarógrafo y un periodista esperando que suceda algo es muy caro, y hay que producir veinte notas por día. Cuando hay mucho presupuesto se puede poner a una persona a esperar que suceda lo que uno piensa que va a suceder. Pero ahora se manipulan las cosas para que sucedan, para tenerlas listas, y eso afecta el contenido. Es muy difícil hacer un noticiero.

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