16 de mayo 2024 - 13:40

Nanni Moretti: apología y funeral de las causas perdidas

"Lo mejor está por venir", del ácido e incisivo director italiano, es un regreso a las raíces de su obra. La película, pese a lo desolador del mundo que expone, encuentra refugio en la felicidad del arte.

Nanni Moretti como Giovanni en su nuevo film, Lo mejor está por venir.

Nanni Moretti como Giovanni en su nuevo film, "Lo mejor está por venir".

En su nuevo film, Nanni Moretti celebra a la vez la apología y el funeral de las causas perdidas: entre ellas la izquierda italiana (o la izquierda en general, en un mundo donde se instala el sálvese quien pueda cada vez con mayor fuerza); el matrimonio perdurable; y desde luego el cine, ese cine cuasi artesanal que él cultiva desde “Caro diario” (1993, su título más famoso de la etapa inicial, aunque no el primero), un cine que se resiste a claudicar ante los algoritmos o los “arcos narrativos” exigidos por Netflix.

Moretti, aún niño mimado en los festivales del mundo, puede hacerlo, mientras muchos de sus colegas o bien quedaron al margen (los expulsados del sistema, como en tantos otros órdenes además del cine), o bien inclinaron la cabeza ante los superhéroes de Marvel o la producción de las series “para maratonear”. Las de los algoritmos y los arcos narrativos.

A la lista de esas causas perdidas que transitan por el film puede agregarse la memoria, la tradición y el diálogo intergeneracional, vinculadas a esa violenta ruptura con el pasado que produjo el ingreso en el nuevo siglo, y que ya trascurrida su primera cuarta parte se torna claramente irreversible: de allí que el título original “Il sol dell’avvenire”, el sol del futuro, esconde una ironía (recogida aceptablemente por la versión local, “Lo mejor está por venir”); ese sol es la noche para todas esas causas que defendió Moretti, al igual que tantos de su generación, a lo largo de la vida.

Sin embargo, contra lo que daría a entender lo anterior, “Lo mejor está por venir” carece del pesimismo de muchos de sus títulos previos, y —tal vez, gracias a su madurez creativa, o a su edad— prefiere tramitar ese malestar no a través de su aceptación, ni mucho menos de la resignación, sino mediante una alegría que tiene que ver con el arte mismo, y sólo con el arte, un poco a la manera de Fellini (a quien cita más de una vez de manera implícita). “Non ci resta che l’arte”, se diría en su lengua. Sólo nos queda el arte.

La escena en la que todos los personajes, imprevistamente, hacen a un lado la tragedia que se avecina para, en cambio, danzar y cantar de manera coral (con evidentes resonancias de “Ocho y medio”) es una de las más bellas que ha filmado Moretti; también, una de las más emotivas. Otra, cuyo desenlace llevaba directamente a la muerte, se resuelve y modifica mientras lo oímos citar a Ítalo Calvino: “Recordemos que Pavese se suicidó para que ninguno de nosotros hiciéramos lo mismo”.

“Lo mejor está por venir” se inscribe en la línea de “cine dentro del cine”, pero no con ese narcisismo pueril, repetido, de quien descubre la pólvora (recordemos que desde la antigüedad clásica el arte “reflexiona” sobre sí mismo); aquí se hace a la manera de una confesión que mucho ha de tener de autobiográfica. En definitiva, es la raíz del cine de Moretti, que luego fue dejando un tanto de lado y que ahora retoma gozosamente.

Su personaje, Giovanni, es director de cine, y está rodando una película que se queda, a mitad de camino, sin presupuesto; como era previsible, la entrevista con los directivos de Netflix (desternillante), que le gestiona su productor adjunto (Mathieu Amalric) con el fin de salvarla, desemboca en el fracaso: su historia no cumple ni con el algoritmo ni con el arco narrativo reclamados por los ejecutivos de la plataforma, que llega —le insisten repetidas veces— a 190 países.

En la ficción de esa película, ambientada en los tiempos de la revolución húngara de 1956 y la consecuente invasión soviética, se pone a prueba la fidelidad al PCI de Ennio (Silvio Orlando), director del diario comunista “L’Unità”, cuando la troupe de un circo húngaro al que han llevado a un pueblo italiano se declara en rebeldía, y pide refugio. Ennio, hundido en la angustia, espera la decisión de Palmiro Togliatti, titular del partido, mientras la mayor parte de sus camaradas, empezando por su compañera Vera (Barbora Bobulova) repudia la invasión de la URSS y propone una ruptura con la Unión Soviética. Ruptura trotskista, desde ya.

No avanzaremos con otros pormenores del argumento, en especial los que tienen que ver con los conflictos de Giovanni/Moretti como artista, padre y marido, pero sí nos detendremos en una de las más espléndidas escenas de la película (gran hallazgo de guión), y cuya referencia "cinéfila" prácticamente ha pasado inadvertida a la mayor parte de las reseñas en el mundo de este film, cuya première fue hace exactamente un año, en Cannes 2023: la brevísima escena de la pileta.

Allí se lo ve a Moretti hacer varios largos, mientras les dice a sus asistentes de rodaje (que lo esperan al borde la piscina): “No puedo darme el lujo de escribir una película cada cinco años. Ya estoy con el guión de la próxima: será sobre un cuento de Cheever, la historia de un hombre que regresa a su casa nadando a través de las piscinas de sus vecinos. Un viaje en el tiempo y no en el espacio”.

Pero nadie le entiende lo del tiempo. “Es de espacio, no de tiempo: necesitamos muchas piscinas”, le responden. Nadie, entre toda esa gente joven de cine, advierte que él está hablando de “El nadador”, la película de Frank Perry y Sidney Pollack con Burt Lancaster, de 1968. Un problema de tiempo, de generaciones, de incomunicación. "Tendría que haberla hecho mucho antes", agrega Moretti, dejando en la intriga a todos.

Algo parecido le ocurre cuando intenta ver, en el televisor de su casa, “Lola”, la opera prima de Jacques Demy con Anouk Aimée, junto con su hija y su mujer (Margherita Buy), que es productora de cine. La hija está pendiente de otro asunto (que hará estallar en carcajadas al espectador cuando lo descubra), y la mujer continúa preocupada por la primera película que no produce para su marido: ahora ella está con los coreanos y el cine violento y fácil, entre otros asuntos.

El sol de un futuro que Moretti imaginó de otra manera.

“Lo mejor está por venir” (“Il sol dell’avvenire”, Italia, 2023. Dir.: Nanni Moretti, Int.: Nani Moretti, Margherita Buy, Silvio Orlando.

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