Se inauguraron dos muestras simultáneamente en el Museo Moderno: una de ellas, “Terciopelo Club” de Daniel Basso (Mar del Plata, 1974). Remite a la memoria sobre la noche marplatense de los 90, sus ambientes decorativos donde transcurre la noche entre tragos, música disco, por consiguiente, Basso recurre a lo ornamental y ficticio.
Obras de Daniel Basso y Víctor Florido en el Museo Moderno
Las muestras son "Terciopelo Club", que evoca los ambientes de la noche marplatense en los 90, e "Interiores", cuya misteriorsa pintura tiene resonancias psicoanalíticas
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El motociclista de "Terciopelo Club"; de Daniel Basso.
Bajo la curaduría de Franco Chimento, éste destaca cómo se viven las noches en la costa durante el verano. Entre las obras, hay un mueble- bar rodeado por ornamentaciones tomadas de una iglesia, un personaje montado en una moto, una escultura blanquísima, que irrumpe en ese ambiente que oscila entre lo artificial, el rojo y el azul de una pana decorativa para sentarse y vivir la noche.
Recordamos una muestra suya en la Galería Calvaressi , de carácter teatral, referencias arquitectónicas, no fáciles de describir, entre ellas, un lápiz labial gigante que nos hizo acordar al del artista pop estadounidense Claes Oldenburg (Suecia,1929 –Nueva York, 2022) con la diferencia que esta escultura fue creada en 1969 para protestar contra la guerra de Vietnam ya que estaba instalado sobre orugas de tanque. El lápiz labial de Basso estaba muy lejos de toda protesta, tomó sí esta imagen con el propósito, quizás, de darle un nuevo significado a un objeto cotidiano.
La obra de Víctor Florido (Buenos Aires, 1976), presenta obras que cubren una década. Una paleta limitada de grises, blancos, paleta austera, puede asomar un rosado y sus “Interiores” están insertos en un halo misterioso en los que impera un cierto desorden de papeles dispersos, libros, almohadas, camas algo revueltas.
Durante la charla de presentación, su curador, Raúl Flores, señaló el carácter ritual de su pintura que invita a la introversión, nada es artificial, y nos obliga a mirar lo que nos rodea. Una pintura austera cuya narración admite varias lecturas en el terreno psicoanalítico, muy atrapantes por su aparente simplicidad en la que el artista se nutre para mostrar su obra despojada.
San Juan 350. Lunes, miércoles, jueves , viernes, sábados y domingos de 11 a 19.
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