Otro dólar marcado, pero no a la italiana sino a la criolla

Franklin. Germán Palacios y Sofía Gala en una escena del film.

Un objeto pasa de mano en mano. Puede ser un billete de lotería, como en “El millón”, de René Clair, un frac cada vez más deslucido, como en la hermosa “Seis destinos” (Tales of Manhattan), de Julien Duvivier, acaso unas estampillas raras, como en “Nueve reinas”, del recordado Fabián Bielinsky. El de esta película es un billete de cien dólares. Lo escupe un boxeador orgulloso, y lo deja manchado de sangre. Lo tiene, cinco años después, un capomafia. Lo usa un desesperado, tres años después, para pagar una apuesta por el muerto que habla (ocho años, esto con un billete de cien pesos no pasaba). Y el Franklin sigue pasando de mano en mano, manchado de sangre incluso cuando está en la caja de un lavador de plata sucia.

Detalle curioso: el lugar donde está esa caja es el único lleno de luz en toda la película. Lo demás transcurre en lugares penumbrosos, bajo cielos nublados, que apenas se aclaran hacia el final, en un amanecer también lleno de sangre. Historia fuerte, de tipos de baja calaña y ambientes poco recomendables, a donde la policía no entra, salvo el comisario que pasa periódicamente a cobrar las coimas (el único fulano que el capomafia respeta). Historia nerviosa, afectada no solo por los tonos oscuros sino por un estilo de videoclip con música rapera, que al espectador pone todavía más nervioso.

Y sin embargo, también es una historia de amor. Intérpretes, Germán Palacios (alguna vez lo dijimos: ideal para este tipo de personajes de santa paciencia y callada reciedumbre), Sofía Gala, Daniel Aráoz. También, Isabel Macedo, Luis Brandoni, Ziembrowski, Christian Salguero, Gustavo Pardi, Joaquín Ferreira, que aportan ocasionales toquecitos de humor negro. Y el billete, por supuesto. Autor, Lucas Vivo García Lagos, habitual director y productor de series, publicidades y clips de grupos under.

“Franklin, historia de un billete” (Argentina, 2022). Dir.: L. Vivo. Int.: G. Palacios, S. Gala, D. Aráoz.