9 de mayo 2003 - 00:00
Primer trimestre crítico para industria del cable
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Huff ya tendría la representación de más de 40% de las acreencias de Cablevisión. Según una fuente «dado que Cablevisión tiene un valor de mercado hoy de unos u$s 750 millones, y debe cerca de u$s 1.000 millones, está claro que las acciones tiene escaso valor y los verdaderos propietarios somos los acreedores». WR Huff, además, ya habría acumulado fuertes tenencias de deuda de Multicanal, también en cesación de pagos como Cablevisión.
•Clandestinos
A estos serios problemas deben agregarse otros que también preocupan a la industria. Uno de los principales es la proliferación de conexiones clandestinas. Se estima que del millón de abonados que se dieron de baja cuando la devaluación y la pérdida de poder adquisitivo golpeó a los argentinos, 800 mil estarían conectados de forma ilegal.
La cantidad fue aumentando con el correr de los meses debido a la falta de legislación y penalización en este sentido. El aumento de los abonos a lo largo de este año tampoco favorece el blanqueo de los clandestinos, y llevó a mucha gente a dejar de pagar o dar de baja el servicio.
El asunto de las conexiones clandestinas va mucho más allá de un vecino que se «cuelga»: es un negocio que obviamente incluye a personal especializado de las empresas. Además se han comenzado a vender decoders «truchos» que permiten ver todas la señales codificadas (fútbol, adultos, premium de películas). Se comercializan en unos 200 pesos, y con «garantía» de seis meses. Esta «garantía» se ofrece ya que los proveedores de señales cambian las frecuencias para combatir este delito; entonces, el comprador en negro acude a la persona que le vendió el decodificador, y se lo actualizan.
Por otra parte, la Cámara Argentina de Distribuidores de Señales Satelitales ( CADiSSa), y sus miembros asociados, que incluye a la mayoría de los programadores como HBO, LAPTV, Claxon, Pramer, etc., han comenzado hace pocos días a instrumentar auditorías de abonados en las empresas de cable de todo el país.
En la etapa inicial se auditarán los operadores del área metropolitana y conurbano bonaerense (Cablevisión, Multicanal, Telecentro) y más tarde el resto de los operadores del interior. El objetivo fundamental de éstas es conocer con exactitud el número de suscriptores a los sistemas. Este ha sido un tema de conflicto permanente entre los programadores y los operadores, ya que de la cantidad de abonados que declaran los operadores depende la cantidad de dinero que cobran los programadores. Se suponía que con los problemas económicos que padecieron (y padecen) los operadores estos datos se iban a blanquear, pero sin embargo esto no fue así.
•Latinoamérica
Como se decía al principio, la situación de la industria de la TV paga no sólo es mala en Argentina. Cuando nuestro país (el pilar sobre el que se erigió la otrora pujante industria) salió del «uno a uno» y las arcas de los proveedores de señales se resintieron de forma alarmante, hubo un intento de expandirse en otros mercados importantes que no habían sido explotados de forma apropiada, como México, Brasil y Venezuela, que juntos suman más de 250 millones de habitantes.
Sin embargo los gerentes de marketing se encontraron con realidades bastante decepcionantes. Los mexicanos son fanáticos de las telenovelas y el fútbol, y eso se los ofrece de forma gratuita la televisión abierta. Además, la mayor parte de la gente con poder de compra ya fue captada por el satélite. Lo mismo sucede en Brasil, donde también dominan las empresas satelitales y la TV abierta está bien conceptuada por su calidad. En Venezuela, finalmente, conspira la conocida situación política y económica imperante bajo la presidencia de Hugo Chávez.
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