6 de junio 2025 - 13:12

Choque de visiones en Wall Street: Barclays sube su proyección para el S&P500, pero otros bancos lanzan alertas

En un escenario de pronósticos dispares y creciente incertidumbre macroeconómica, los inversores deberán navegar el segundo semestre con extrema cautela.

Wall Street ajusta sus apuestas para el S&P 500, que oscilan entre el optimismo y la cautela.

Wall Street ajusta sus apuestas para el S&P 500, que oscilan entre el optimismo y la cautela.

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En un contexto en el que los mercados globales aún lidian con las repercusiones del conflicto arancelario y las crecientes presiones fiscales en EEUU, los principales bancos de Wall Street ajustan sus previsiones para el S&P 500 de cara al segundo semestre, con metas que fluctúan entre 6.400 y 7.100 puntos. El consenso general, ubicado alrededor de los 6.697 puntos, refleja la dualidad actual: un optimismo cauteloso que persiste pese a las turbulencias y una prudencia compartida ante posibles contratiempos que podrían afectar el rumbo del mercado.

En su último informe sobre Wall Street, Barclays revisó al alza su proyección para el S&P 500. "Aumentamos el precio objetivo del S&P 500 para 2025 a 6.050, al anticipar una recuperación del crecimiento de las ganancias en el año fiscal 2026", explica el grupo financiero británico.

Según menciona el documento, para ese gigante de la banca de inversión "la incertidumbre máxima en la política comercial probablemente ya quedó atrás", por lo que espera una "modesta alza" en la valoración, mientras las empresas navegan el impacto de los aranceles en sus ganancias por acción (EPS). Y agrega: "De cara a 2026, anticipamos que el crecimiento de las ganancias se normalizará tras el impacto shock de los aranceles en 2025. Seguimos con nuestra recomendación en los sectores de Finanzas, Salud y Big Tech", sentencia Barclays.

Choque de visiones en Wall Street

Así, el precio objetivo para el S&P 500 de Barclays en 2025 pasa a 6.050 desde los 5.900 anteriores. Dicho esto, para el banco, las ganancias por acción aún no sienten el peso de los aranceles y las tasas de interés "siguen elevadas en medio de preocupaciones sobre la situación fiscal de EEUU". También alerta que un posible retroceso del consumo es un riesgo latente, lo que mantiene las "hipótesis de valoración bajo control y nuestro estimado de EPS para 2025, sin cambios, en u$s262".

Este optimismo también se ve puede ver reflejado en los flujos de capital de los pequeños inversores que extienden la fortaleza inusitada. Durante la última semana, el retail compró u$s2.300 millones netos en acciones estadounidenses, y prolonga así una racha alcista de 25 de las últimas 26 semanas, "la más larga de la historia", según indica el Bank of America (BofA).

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Fuente: Bank of America (BofA).

Fuente: Bank of America (BofA).

Este comportamiento, que ubica el promedio móvil de cuatro semanas a niveles que duplican los máximos alcanzados en 2017 y 2022, "subraya la confianza de los minoristas en el mercado de renta variable, a la vez que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de tales entradas de capital si se materializan correcciones más profundas", sostiene el BofA.

Sin embargo, la mirada de alerta esta vez viene desde Europa. El gigante bancario Société Générale emitió otro crudo informe sobre el mercado de acciones estadounidense en el que aborda punto por punto el "por qué es hora de tener una visión a largo plazo" y también por qué "se debe ser cauteloso con la confianza excesiva en EEUU como única opción de inversión en renta variable".

Las proyecciones de Wall Street: de los más optimistas a los menos

Cabe destacar que la mirada de Barclays no es la más optimista. Entre los bancos que actualizaron su proyección para el índice líder del New York Stock exchange (NYSE) se destaca la de Wells Fargo (7.007 puntos); Deutsche Bank (7.000 puntos); Oppenheimer (7.100 puntos); Bank of America (6.666 puntos); Goldman Sachs (6.500 puntos); Morgan Stanley (6.500 puntos); J.P. Morgan (6.500 puntos); Barclays (6.600 puntos); y UBS (6.400 puntos).

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Fuente: Barclays.

Fuente: Barclays.

Las proyecciones reflejan una amplia gama de expectativas para el S&P 500 hacia finales de 2025. Mientras que algunas instituciones, como Wells Fargo y Deutsche Bank, mantienen una visión "demasiado" optimista respaldada por la resiliencia económica y políticas favorables, otras, como UBS o Société Générale adoptan posturas más conservadoras debido a preocupaciones sobre el crecimiento económico, posibles riesgos geopolíticos y el déficit estadounidense.

Para los inversores el desafío radica en ponderar estas expectativas: ¿capitalizar el alza potencial hasta los 7 000 puntos o blindar carteras ante un posible estancamiento por debajo de 6 500? El consenso simple de 6.697 sugiere un sesgo alcista, pero la dispersión invita a mantener una asignación equilibrada.

La advertencia del banco europeo

El análisis más reciente del reconocido veterano del mercado Albert Edwards, respaldado por datos actualizados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y proyecciones del Congressional Budget Office (CBO), puso en duda la "creencia dominante entre los inversores de que no existe una alternativa real a las acciones estadounidenses debido a su fuerte exposición al sector tecnológico".

Edwards destaca cómo la percepción de futuro de los mercados suele estar sesgada por las condiciones actuales, una práctica conocida como "extrapolación", que, asegura, "ha demostrado históricamente ser errónea". En particular, recuerda que en las últimas tres décadas, EEUU fue la única de las grandes economías en registrar un superávit fiscal —pero solo en el año 2000—, "mientras que los déficits actuales y proyectados aumentan sin precedentes".

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Fuente: Societe Generale.

Fuente: Societe Generale.

Asimismo, el estratega recuerda la "tendencia" que marcó los comienzos del 2000, cuando se preveía la desaparición del mercado de bonos del Tesoro estadounidense, "una predicción que resultó totalmente desacertada, y que pone en evidencia la falta de precisión de pronósticos pasados del CBO, que proyectaron superávits enormes que se transformaron en déficits millonarios", dice.

El autor alerta sobre los peligros del “pensamiento grupal” (“groupthink”), que lleva a muchos inversores a apostar ciegamente por las acciones de EEUU, sin considerar alternativas ni riesgos estructurales, como el impacto a largo plazo de la creciente deuda pública y posibles cambios en la relación entre renta variable y bonos.

La advertencia es clara: la sobreconfianza en la renta variable estadounidense podría enfrentar serios desafíos en el futuro cercano, obligando a los inversores a revisar sus carteras y a considerar una diversificación más amplia frente a un panorama fiscal y económico global en rápida evolución.

La advertencia en la city

Consultado por Ámbito sobre este tema, el asesor de inversiones, Gastón Lentini, pone de ejemplo los defaults recientes que vivió el mercado argentino en los últimos meses con algunas obligaciones Negociables (ONs) que evidencian que las proyecciones de las agencias calificadoras de riesgo o los bancos en el caso de Wall Street "siempre deben tomarse con pinzas. En particular, al observar pronósticos tan dispares, por lo que no queda otra opción que ser cautelosos".

Y es que Lentini es claro al explicar que la perspectiva optimista que se tenía a fines de 2024 —que preveía un crecimiento económico favorable para EEUU y entre tres y cuatro reducciones en la tasa de interés de la Fed durante 2025— cambió drásticamente. Actualmente, los analistas debaten incluso si habrá recortes en las tasas de interés en este año.

"Dado que EEUU es una economía que depende fuertemente del crédito, mantener tasas relativamente altas, con una expectativa cada vez menor de reducción, limita la disponibilidad de financiamiento para las empresas. Esto afecta su capacidad de crecimiento, y empresas que no crecen implican países que no crecen", comenta Lentini.

Por eso, el estratega aconseja extrema cautela a quienes piensen invertir en índices estadounidenses. “Es fundamental analizar con detenimiento las valuaciones actuales de las compañías que integran el S&P 500, comparándolas tanto con su promedio histórico como con distintos indicadores clave, muchos de los cuales muestran niveles relativamente elevados. Un ejemplo claro es el de las empresas tecnológicas, que aún mantienen valoraciones similares a las registradas a comienzos del año”, advierte.

En este contexto, para Lentini, los sectores defensivos, como aquellos ligados al consumo, pueden ser una opción adecuada para transitar el presente invierno económico y la primavera. Otra alternativa, en línea con esta estrategia, es posicionarse en activos de renta fija muy seguros, que a nivel internacional ofrecen buenas tasas." Así, podría ser conveniente mantenerse en estas posiciones incluso durante el proceso electoral del 26 de octubre, para luego, con calma, paciencia y lucidez, reevaluar y ajustar las inversiones con vistas a 2026", concluye el estratega.

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