El Gobierno de Estados Unidos evalúa un nuevo paquete de ayuda de entre u$s10.000 y u$s14.000 millones para el sector agrícola, golpeado por los aranceles, el aumento de los costos, la escasez de mano de obra y la caída de precios de las materias primas. Según fuentes citadas por CNN, la Casa Blanca busca ultimar detalles junto a los Departamentos de Agricultura y del Tesoro, en medio de una creciente presión política sobre el presidente Donald Trump para contener el malestar en el campo, uno de sus principales bastiones electorales, que se vio afectado la semana pasada también por las retenciones cero aplicadas por la Argentina.
Donald Trump prepara un plan de rescate para los agricultores de EEUU tras las quejas por el auxilio a Argentina
Con exportaciones a China paralizadas y precios en mínimos, el gobierno de Donald Trump evalúa un paquete de hasta US$ 15.000 millones para sostener a los productores. La ayuda enfrenta trabas por el cierre del gobierno y tensiones crecientes en el frente internacional.
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Donald Trump, presionado por el malestar de los agricultores.
Los gastos de producción agrícola en Estados Unidos alcanzarán u$s467.400 millones en 2025, un aumento de u$s12.000 millones frente al año anterior, según el Departamento de Agricultura (USDA). A la par, las bancarrotas agrícolas escalaron en la primera mitad del año a su nivel más alto desde 2021.
“La economía agrícola enfrenta un desafío importante en este momento”, reconoció la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins. “No solo los productores de soya, sino también de maíz, trigo, sorgo y algodón”.
Dos vías para el rescate
En la Casa Blanca se barajan dos opciones principales:
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Asignar a los agricultores parte de los ingresos por aranceles que el país recauda de las importaciones.
Recurrir a fondos discrecionales del Departamento de Agricultura, a través del Emergency Commodity Assistance Program (ECAP), que ya destinó US$ 10.000 millones en asistencia directa en marzo pasado.
Ambos mecanismos podrían combinarse, dependiendo de la disponibilidad inmediata de recursos. “La cifra final dependerá de cuánto necesiten los agricultores y de los ingresos por aranceles que estén ingresando”, explicó un funcionario de la administración.
Trump, que suele atribuir a los agricultores un papel clave en su victoria electoral de 2024, ha insistido en proteger al sector, al que considera parte de la seguridad nacional:
“Necesitamos producir nuestros propios alimentos. No podemos depender de importaciones de otros países”, sostuvo un asesor presidencial.
La crisis de la soja y el impacto argentino
La soja, la principal exportación agrícola de EEUU (más de u$s24.000 millones en 2024), se ha convertido en el epicentro de la crisis. En 2024, China compró la mitad de la producción estadounidense, pero el comercio se desplomó desde mayo, tras la imposición de un arancel del 20% de Beijing como represalia a las políticas de Trump.
El golpe fue doble: mientras EEUU perdió su principal mercado, China redobló sus compras a Sudamérica, especialmente a Argentina y Brasil.
En las últimas semanas, el Tesoro estadounidense anunció un salvavidas financiero de u$s20.000 millones para el Banco Central de la República Argentina, destinado a reforzar las reservas en dólares. Esa medida permitió a Buenos Aires eliminar temporalmente las retenciones a las exportaciones de granos, lo que abarató la soja argentina y aceleró su venta a China.
Según Reuters, Beijing adquirió al menos 10 cargamentos de soja argentina tras el anuncio, mientras Brasil y China firmaron un pacto para profundizar su alianza comercial agrícola.
Presión política y urgencia
Con la cosecha en marcha, los productores estadounidenses advierten que “el tiempo se agota”. “Necesitamos un acuerdo con China, y lo necesitamos pronto”, reclamó Caleb Ragland, presidente de la American Soybean Association.
Trump, por su parte, responsabilizó a Beijing por la crisis de la soja y prometió que el tema estará “en el centro” de su próximo encuentro con el presidente chino Xi Jinping, previsto para el mes próximo en Corea del Sur.
La secretaria Rollins, una de las funcionarias más cercanas al presidente, encabeza las gestiones para concretar el paquete de ayuda. En un mensaje reciente al secretario del Tesoro, Scott Bessent, que se filtró a la prensa, expresó su “preocupación urgente” por el deterioro del sector.
“La posibilidad de usar los ingresos arancelarios para compensar a los agricultores es una solución muy elegante”, afirmó Rollins. “Eso es lo que el presidente quiere que analicemos ahora
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