Wall Street opera las últimas ruedas de un año que arrancó con un tropezón que tiñó de rojo los mercados mundiales: el inicio de la guerra comercial entre EEUU y China y la imposición de los aranceles recíprocos por parte de la Casa Blanca, lo que causó el mayor crash bursátil desde la pandemia. Sin embargo, de la mano del recorte de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) y el boom de las grandes empresas tecnológicas, con Nvidia como nave insignia, la bolsa norteamericana pasó a moverse en máximos históricos.
Las claves detrás del rally histórico de Wall Street y qué se viene en 2026: aranceles, tasas y el boom de la IA
Los conflictos geopolíticos, las decisiones de política monetaria de la Fed y los retornos de la inversión en IA acaparan la atención del mercado de cara al año próximo.
-
Wall Street cerró en rojo con baja actividad bursátil, aunque el avance de tecnológicas contuvo las pérdidas
-
Gastos en IA, recorte de tasas de la Fed y ganancias corporativas, las claves de Wall Street para 2026
La economía norteamericana mostró signos de resiliencia en 2025, según los economistas.
"Aunque 2025 se perfilaba como un año de elevada incertidumbre, a raíz de las políticas comerciales adoptadas por el presidente norteamericano Donald Trump y de sus potenciales efectos disruptivos sobre la economía global, las bolsas están cerrando en terreno positivo por tercer año consecutivo", destacó a Ámbito el analista de Pepperstone, Felipe Barragán.
El S&P 500, el índice más importante de Wall Street sube 14,8% en lo que va de 2025, operando en su máxima cotización histórica. Mientras, el Nasdaq aumenta 18%, seguido del índice industrial Dow Jones, que avanza 12,4%.
Barragán argumentó que la economía estadounidense "se mantuvo sorprendentemente resiliente", debido a que "si bien el alcance de los aranceles implementados fue más drástico que durante el primer mandato de Trump, lo cierto es que tanto empresarios como inversionistas ya estaban, en parte, preparados para un escenario de este tipo, al haberlo vivido previamente durante el período comprendido entre 2017 y 2021".
Además, "distintos gobiernos comenzaron rápidamente a negociar potenciales acuerdos comerciales con EEUU, lo que permitió que la incertidumbre inicial se moderara con relativa rapidez".
En la misma sintonía, la economista de GMA Capital, Rocío Bisang, explicó a este medio que "el ciclo de baja de tasas iniciado por la Fed en septiembre contribuyó a sostener el apetito por riesgo y a consolidar el buen desempeño de los mercados hacia el cierre del año".
El boom de la IA: ganancias extraordinarias y dudas persistentes
"Tampoco es que subió tanto en comparación con otras bolsas", relativizó a Ámbito el Head of Research de Aurum Valores, Pablo Repetto, sobre el desempeño de Wall Street durante este año. "Si uno desarma el S&P 500 y lo segmenta entre lo que son las "Siete Magníficas" (Apple, Microsoft, Nvidia, Amazon, Alphabet, Meta y Tesla) y el resto de las 497 empresas, uno percibe que ese empuje está montado prácticamente sobre esas siete empresas".
Consideró que "el movimiento hacia el interior del S&P 500 fue muy volátil", lo cual "es un poco reflejo de estos tiempos en donde cualquier decisión política impacta de lleno en las cotizaciones de las empresas y sobre todo en ese segmento que fue el que empujó a la bolsa estadounidense".
En este sentido, Bisang planteó a este medio que "las dudas sobre la sostenibilidad del boom de la Inteligencia Artificial (IA) se mantienen". "Si bien, a diferencia de otras crisis, los balances de las empresas son mucho más sólidos, la fuerte concentración del crecimiento en algunos pocos jugadores y la interrelacion entre ellos amplifican la posibilidad de un shock si los resultados que espera el mercado no se materializan".
De manera complementaria, Barragán pronosticó que "durante 2026 es probable que los inversionistas adopten un enfoque más selectivo en la construcción de sus portafolios e incluso opten por rotaciones fuera del sector tecnológico, favoreciendo sectores más rezagados o aquellos que se perfilen como claros beneficiarios de la adopción de la IA".
Y ahondó: "Pese a que muchas compañías tecnológicas aún mantienen balances saludables, las dudas en torno a la rentabilidad futura del elevado gasto en inversión destinado a centros de datos e infraestructura para IA podrían dar lugar a episodios de mayor volatilidad en los mercados".
2026: de guerras comerciales, inflación y bancos centrales
La economista de GMA Capital afirmó que "si bien en términos geopolíticos se espera un año algo más tranquilo, el riesgo aún está presente". Por su parte, Barragán sostuvo que una escalada de las tensiones entre EEUU y China podría tener "impactos directos sobre las cadenas de suministro, los flujos de inversión y la dinámica inflacionaria global".
Además, remarcó a Ámbito "un riesgo que actualmente podría estar siendo subestimado por el mercado y es la posibilidad de un error de política monetaria". En particular, destacó que "la reaparición de brotes inflacionarios —ya sea producto de tensiones comerciales o de una mayor persistencia de la inflación subyacente en EEUU— podría alterar de forma abrupta la trayectoria esperada de las tasas de interés de la Fed y, con ello, las expectativas del mercado".
Argumentó que ese escenario "podría gatillar nuevas correcciones en los activos financieros, considerando que actualmente los precios incorporan, al menos, dos recortes adicionales de la tasa rectora de la Fed durante 2026".
Coincidiendo en el diagnóstico, Repetto mencionó "dos condicionantes" extra para 2026. El primero es el cambio de gestión en el banco central estadounidense, debido a que el cargo de Jerome Powell vence en mayo de 2026, y Trump ya baraja varios candidatos para ocupar el cargo.
"Si se ve algún grado de interferencia política y que las decisiones no están bien fundamentadas, puede no ser positivo, independientemente de que en un primer momento quizás sí lo sean, porque luego se percibe esa baja de tasas como demasiado transitoria y haya que revertirla", comentó.
El segundo, agregó, "es el movimiento del banco central de Japón", el cual "parecería estar embarcado en un proceso de suba de tasas ya bastante más persistente". Y explicó que la autoridad monetaria "es una fuente de financiamiento permanente para el mercado global de acciones y el aumento en los retornos del Banco de Japón puede generar algún grado de impacto negativo a lo largo del 2026".






Dejá tu comentario