Los flujos de cartera hacia los mercados emergentes siguen firmes y fluyendo, pero ahora parece que por canales más estrechos tras alcanzar los u$s44.800 millones en agosto pasado, frente a los u$s38.100 millones de julio, según el monitoreo del IIF. Sin embargo, advierte el “think tank” de la banca mundial, la composición de estos flujos revela una creciente fragilidad. El interés por la renta fija dominó las entradas netas de capitales internacionales que sumaron u$s41.500 millones, mientras que las entradas hacia la renta variable cayeron drásticamente a tan solo u$s3.300 millones. “Esto marca el mes más débil para los flujos de capital de los mercados emergentes desde la primavera (boreal) y refleja un cambio significativo en la confianza hacia los mercados excluyendo China”, explica la entidad.
Mercados: emergentes recibieron u$s44.800 millones en agosto, con claro liderazgo de China
El mes pasado los flujos de capitales hacia activos de mercados emergentes se mantuvieron, pero a menor ritmo. El accionar de la Fed potencia el atractivo de estos mercados, pero los expertos advierten cautela por algunas señales a tener en cuenta, como los altos rendimientos reales de los bonos locales.
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Los flujos de capital reflejan un cambio significativo en la confianza hacia los mercados excluyendo China.
Si bien las condiciones financieras globales se mantuvieron en general favorables, con una modesta disminución de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense y una volatilidad de la renta variable contenida, la distribución de los flujos apunta a una disminución del apetito inversor y una creciente concentración geográfica. En tal sentido, se observa que los flujos hacia los bonos de deuda estuvieron liderados una vez más por China, que recibió u$s28.300 millones, ligeramente por debajo de los u$s30.800 millones de julio. Mientras que el resto del complejo de mercados emergentes registró u$s13.200 millones en entradas netas en renta fija, una cifra que se mantiene muy por debajo del pico anterior del ciclo.
A nivel regional, los mercados emergentes de Asia atrajeron u$s18.100 millones, América Latina u$s8.900 millones, Europa u$s8.700 millones y Medio Oriente y Norte de África u$s5.800 millones. “Si bien todas registraron entradas superiores a las del mes anterior, el patrón subyacente aún refleja el papel desproporcionado de China en la asignación de cartera”. Para el IIF, las entradas en bonos de deuda de mercados emergentes siguen estando respaldadas por los altos rendimientos nominales y reales, así como por un contexto de duración generalmente favorable. También destacan la participación en los fondos ETF que sigue siendo un impulsor clave de estos flujos, mientras que los mandatos activos no relacionados con ETF muestran signos de mayor selectividad tanto en la exposición sectorial como en la duración.
La renta variable, con panorama más frágil
Por el lado de la renta variable el panorama fue más frágil. Los datos del IIF muestran que los flujos totales hacia acciones de mercados emergentes cayeron a u$s3.300 millones, frente a los u$s16.200 millones de julio. Dentro de esa cifra, China recibió u$s10.800 millones, mientras que los flujos de renta variable de mercados emergentes (excluyendo China) se tornaron ligeramente negativos. Solo en India se registraron salidas superiores a u$s1.400 millones, y se observaron ventas adicionales en Indonesia, Malasia y Tailandia. En contraste, América Latina recibió u$s3.200 millones en flujos de renta variable y los mercados emergentes de Europa sumaron u$s1.800 millones, ambos prácticamente sin cambios desde julio.
“El desplome de los flujos de renta variable, excluyendo China, se concentró en los vehículos activos, mientras que los ETF de renta variable pasiva continuaron atrayendo entradas, aunque de forma más moderada. El posicionamiento de los inversores parece cada vez más sensible al riesgo general y al ruido político, especialmente en economías expuestas a shocks externos o ciclos electorales”, explican los economistas del IIF.
Los datos de flujos minoristas confirman aún más esta divergencia: los fondos de bonos locales registraron entradas netas, respaldadas por mandatos en moneda fuerte y local, aunque los flujos hacia bonos locales de mercados emergentes (excluyendo China) se desaceleraron considerablemente. Por el contrario, los fondos centrados en China se mantuvieron bajo presión, especialmente en el mercado local. “Los fondos de bonos soberanos siguen dominando, mientras que las estrategias corporativas se mantienen más moderadas en términos de posicionamiento y asignaciones netas. Entre las exposiciones en moneda local, la valoración de la deuda indexable ha superado el 90% de su valor nominal en casi todos los países emergentes, excepto Brasil. Esto pone de relieve hasta qué punto las condiciones técnicas ya han superado los fundamentos, lo que aumenta la vulnerabilidad a nuevos shocks o episodios de revalorización”, señala la entidad que alerta que la volatilidad de los rendimientos reales sigue siendo preocupante, especialmente en mercados emergentes con anclas de inflación más débiles.
De cara al futuro, el IIF mantiene la opinión de que la Fed seguirá relajando su política monetaria, lo que debería seguir impulsando los flujos hacia los emergentes, especialmente en deuda local, donde los rendimientos reales siguen siendo atractivos y la presión cambiaria se ha aliviado. De todos modos, advierten que el equilibrio es frágil y el colchón de apoyo de los factores técnicos podría estar erosionándose. “Si bien los flujos de agosto se mantuvieron positivos, las señales de tensión subyacente son cada vez más difíciles de ignorar. Los próximos meses pondrán a prueba tanto la resiliencia de los emergentes como la tolerancia de los inversores a la diferenciación entre mercados”, avisa la entidad.
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