El dato de inflación de agostos fue muy alto, alcanzó el 12,4% y, tras conocerse ese índice, todas las miradas voltearon inmediatamente hacia el Banco Central (BCRA) para ver si subía las tasas del plazo fijo. No hubo cambios en ese momento y, ahora, el mercado pone el horizonte en octubre, marcado por las elecciones presidenciales.
Plazo fijo: mercado anticipa nuevo dato de inflación y lo que hará el BCRA con las tasas
El IPC de agosto fue elevado, pero el BCRA no modificó las tasas, septiembre viene más moderado, pero se recalienta el escenario por las elecciones. ¿Qué hará el regulador en octubre?
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El plazo fijo es una alternativa de inversión muy usada.
El día 12 del mes próximo se conocerá el dato de evolución de precios de septiembre, que sería alto otra vez, aunque por debajo del previo y la gran duda es si habrá un ajuste de rendimientos antes de los comicios (previstos para el 22 de octubre) o no.
Si bien la suba de precios del mes pasado fue muy elevada, sobre todo comparada con julio, cuando había sido del 6,3%, se debió en gran parte a la devaluación de 22% aplicada por el Gobierno el día posterior a las elecciones primarias.
Y, luego de conocerse ese dato, el BCRA resolvió dejar sin cambios el rendimiento del plazo fijo en el 118% nominal anual, que equivale a un 9,7% mensual y al 204% efectivo anual.
Plazo fijo: fundamentos del BCRA para no cambiar las tasas
Tal como explica a Ámbito el economista de Eco Go Sebastián Menescaldi, si bien el dato fue peor que lo esperado, la decisión se basó en que se consideró que es un pico pasajero y que tenderá a bajar en septiembre y octubre, teniendo en cuenta que la suba deriva de la devaluación (y del dólar agro en carnes).
Así lo anticipa, desde Equlibra, el economista Lorenzo Sigaut Gravina, cuando señala que ven para el mes en curso “que la dinámica de precios va a seguir alta, aunque un poco más cerca de 11% dado que se pospusieron aumentos y se congelaron muchos rubros, como el de los combustibles y el de las prepagas y, ahí la pregunta es si tiene sentido subir la tasa o no, que está en torno al 10%, con ese nivel de inflación”.
Desde el Gobierno, confían también en que, al registrarse el mes pasado un índice mayor al esperado, en septiembre vendrá seguramente más bajo. Así, teniendo en cuenta que el dato de precios se conoce habitualmente a mitad de mes y es ahí cuando se define la suba de tasas, lo que se hace es hacerlo en base al promedio de las inflaciones de los dos meses (septiembre y octubre, en este caso), por lo que es probable que el BCRA vuelva a mantenerlas quietas en octubre.
Dólar fijo: una variable clave
Y, por otro lado, Sigaut Gravina apunta que, con un tipo de cambio oficial fijo en $350 la tasa actual del plazo fijo se vuelve muy atractiva en el corto plazo. Creo que la estrategia no va a ir por subir tasas, sino más que nada va a ir por mantener fijo el tipo de cambio.
“Hay que tener en cuenta que, al estar el tipo de cambio oficial fijo hasta las elecciones de octubre, el ahorrista menos sofisticado que recurre al dólar oficial tendría una pérdida asegurada contra la inflación en caso de dolarizarse y con el plazo fijo tradicional perdería menos. Por lo tanto, tampoco habría motivos para subirla, a menos que se quiera continuar el intento de contar con tasas reales positivas”, dice el economista de la Universidad de Avellaneda Pablo Ferrari.
En un sentido similar se orienta el economista Federico Glustein, quien observa que, “dada la situación económica y la fuerte inflación, una suba de tasas hoy parece inocua en este momento”. Considera que, en el actual contexto electoral, no será una variable determinante para cortar la tendencia dolarizadora, por un lado, y, por otro, menciona que “seguir subiendo la tasa es una bomba de tiempo porque incrementa el pago de intereses por las Leliq y un freno permanente para la actividad”.
No obstante, no descarta que, si se da una dinámica preocupante en el dólar o un salto inflacionario en septiembre, posiblemente suba la tasa en octubre en línea con un rendimiento mensual del 12%.
Plazo fijo: cómo viene la dinámica
Por otro lado, el BCRA mira la dinámica de los plazos fijos para definir su política monetaria. Glustein advierte que, aunque no se observa una baja sustanciosa, producto en parte de un buen resultado nominal, de la inestabilidad cambiaria y de la falta de seguridad para acceder a divisas oficiales, sí se ve una retracción.
Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí, describe al respecto que, “en los primeros 15 días del mes, los plazos fijos suben uno o dos puntos por debajo de la inflación”, pero no considera que se trate de una tendencia preocupante. “No hay un desarme, ni mucho menos, tampoco de los saldos en cuenta corriente”, afirma. En consecuencia, los plazos fijos representan aproximadamente unos $17 billones en este momento y vienen con una dinámica creciente, aunque por debajo de la inflación mensual y ese es un factor clave a seguir.
Sin embargo, por el momento, Chouza anticipa que no ve un corrimiento de la tasa previa a las elecciones, con una inflación que se moderará y se acercará más a la zona del 10%.
“Creemos que se va a esperar a ver el resultado de la contienda y que, en función de eso, se va a decidir rápidamente qué hacer, tal como sucedió en las PASO, cuando al día siguiente se tomaron varias decisiones de emergencia, tras el alza del 22% del tipo de cambio oficial”, concluye.
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