Antártida: cómo se vivieron los 18° en la base Marambio

En Marambio tuvo la máxima temperatura para febrero. La dotación disfrutó del día en remera.

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La ola de calor que hace días viene azotando a los argentinos, se sintió hasta en la Antártida. Mientras en la Ciudad de Buenos Aires la temperatura alcanzó los 35° con una sensación térmica que superó los 42° en la base Esperanza el termómetro marcó 18.3° y generó un nuevo récord desde que se tienen registros en 1961.

“Para nosotros hoy fue un día muy hermoso, se sintió el viento, pero el sol y el calor se hicieron sentir”, contó al diario Ámbito Financiero, Jorge González, observador meteorológico e integrante de la base Marambio en donde la temperatura alcanzó los 15.8°, la más significativa para el mes de febrero y la tercera más alta desde 1961.

“Hoy fue un día atípico, estuvimos trabajando mucho pero en remera, algo que no suele suceder”, agregó Gonzalez quien hace tres meses vive en la base y aún deberá atravesar 9 meses más en la Antártida.

Si bien el sol calentó las casas de chapa que se erigen sobre la base, el viento también se hizo sentir. Durante la tarde las ráfagas de viento alcanzaron los 32 nudos, que se traducen en 60 km por hora. “Entrada la tarde la temperatura desciende por el impacto del viento”, indicó el especialista que hoy convive con 43 militares más que completan la dotación que llegaron en noviembre del año pasado.

En la base los días de verano parecen eternos. Es que según explicaron desde el área de meteorología, el sol sale a las 4 de la mañana, aunque a las 3.30 comienza el proceso de crepúsculo y se pone recién pasadas las 22 horas. “Se disfruta mucho de los días y de los compañeros”, contó González. Y es en los meses de verano cuando la base se ve más poblada “hoy hay cerca de 100 personas, a los 43 compañeros de la dotación se suman investigadores, militares o personas que llegan solo por periodos cortos”, explicó.

El frío no es para cualquiera. En invierno la temperatura promedio es de entre -23° y -25° en donde se alcanzó el récord histórico con una marca de -38°.3, aunque la sensación térmica es muy superior y alcanzó los -98°.

“En mi caso el frio no me atemoriza porque soy de Rio Gallegos, estoy acostumbrado a las bajas temperaturas y al fuerte viento”, agregó. Ahora, durante el invierno, la luz solar dura cuatro horas, sale el sol a las 10.30 de la mañana y a las 15 ya es prácticamente de noche.

El año pasado la base Marambio cumplió medio siglo desde su nacimiento. El 29 de octubre de 1969 se fundó en el continente blanco, luego de que un avión Fokker F-27 aterrizara por primera vez en una pista construida durante tres meses por oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas a pico y pala.

Cada hombre que pasó por la base quedó grabado en su historia. “Para mi es una experiencia maravillosa, se genera un lindo clima de compañerismo. Hoy puntualmente recibimos muchos llamados y nos sentimos en el centro de la noticia porque se vivió un acontecimiento atípico”, concluyó Jorge Gonzales que aún debe atravesar la etapa más dura de su expedición: el invierno.

Estuvimos con tantas tareas y trabajo que no tuvimos ni tiempo de sacarnos fotos, pero todos acá estuvimos durante el mediodía en remera haciendo tareas al aire libre” concluyó el especialista.

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