13 de noviembre 2012 - 22:55
Clemente se sumó al Paseo de la Historieta
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Entre aplausos, flashes y sonrisas, Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, se acercó a Clemente -ahora vecino de su pequeña Mafalda, ubicada en la esquina de Chile y Defensa-, se sentó frente a él y lo acarició con una sonrisa que conmovió a las cientos de personas allí reunidas.
"Clemente es el geniecito interno que tenemos todos los argentinos. Y Caloi, es el papá de ese geniecito", definió Quino en diálogo con Télam.
Para María Verónica Rodríguez, "es una linda manera no solamente de recordarlo sino de seguir acercándolo a la gente, que además de tenerlo adentro, ahora puede llevarse una foto o pasar un ratito sentado con Clemente".
Hincha de la selección argentina, Clemente revive con esta escultura de 90 centímetros ese amor: sentado en una grada, escoltado por una bandera nacional en su espalda y en la actitud apasionada de un histórico futbolero.
Este entrañable personaje nació cuando finalizaba la dictadura militar de Alejandro Agustín Lanusse, en 1973. Caloi quiso hacer una tira suelta, libre, fresca y con mucho absurdo que empezó llamándose Bartolo, ése era el protagonista principal que a poco de andar quedó antiguo (andaba en tranvía) así que Clemente tomó la posta.
Cuando Argentina organizaba el Mundial de Fútbol, Clemente le ganó la famosa "guerra de los papelitos" a José María Muñoz, el relator radial oficialista que se oponía a esta costumbre y desde entonces, tuvo un lugar como prototípico hincha argentino.
El Paseo de la Historieta, ubicado entre las calles Chile, Balcarce, avenida Belgrano y avenida Paseo Colón, es un recorrido que busca homenajear a personajes que marcaron un antes y un después en el humor argentino.
En San Telmo, junto a Clemente conviven la pequeña Mafalda, Largirucho, Isidoro Cañones y Matías. Pronto también se sumarán Don Fulgencio, Gaturro, las Chicas de Divito, el Loco Chávez y Patoruzú.
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