26 de agosto 2025 - 13:41

Dengue en la Argentina: por qué aparecieron casos en pleno invierno y qué medidas tomar

Aunque suele mostrar sus picos más altos con calor, su reproducción nunca cesa. Desde el Ministerio de Salud denunciaron 299 casos sospechosos.

Se registraron casi 300 mosquitios de dengue en pleno invierno. 

Se registraron casi 300 mosquitios de dengue en pleno invierno. 

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El Ministerio de Salud, a cargo de Mario Lugones, informó en su último Boletín Epidemiológico que entre el 27 de julio y el 16 de agosto se notificaron 299 casos sospechosos en el país. De ellos, dos fueron confirmados: uno en el departamento formoseño de Pilagás y otro en un residente de la Ciudad de Buenos Aires con antecedente de viaje a Brasil.

La cartera sanitaria recordó que la nueva temporada de dengue en Argentina comenzó con la semana epidemiológica 31, en pleno invierno, como ocurre cada año. Además, el 26 de agosto se conmemora el Día Internacional contra el Dengue, para concientizar sobre la importancia de la prevención.

El impacto del clima en la circulación del mosquito

La baja incidencia durante el invierno se explica por la disminución de la actividad del mosquito vector, que requiere temperaturas de entre 23° y 30° para reproducirse plenamente. Cuando los valores bajan de 15°, su ciclo de vida se ve fuertemente limitado.

La infectóloga Elena Obieta, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología, explicó en diálogo con C5N: “En todas las enfermedades transmitidas por vectores hay que trabajar en la prevención independientemente del momento en que circula más el virus o los vectores”.

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Zonas con riesgo de dengue durante todo el año

Obieta aclaró que en provincias del norte argentino la circulación viral es constante: “Ahí hay una circulación viral todo el año por una cuestión climática. Es muy probable que en Buenos Aires, La Pampa o Mendoza no haya transmisión, pero en Chaco, Formosa, Salta, Jujuy, Corrientes, Misiones o el norte de Santa Fe sí es factible que se registre”.

El infectólogo del Hospital Pirovano, Ricardo Teijeiro, advirtió que la población suele aplicar medidas de cuidado solo cuando crecen los casos: “En general, no se cumple lo que decimos. La gente recién toma conciencia cuando empiezan a aparecer los primeros casos”.

El especialista también vinculó la situación argentina con el contexto regional: “En algunos años hay brotes en Brasil, Paraguay, Bolivia o Perú. En esos momentos aumenta el riesgo de brotes en Argentina porque las provincias del norte comparten un clima similar”.

Cómo prevenir el dengue en invierno

Las medidas preventivas son las mismas en todas las estaciones. Teijeiro recordó que la clave es evitar la proliferación del Aedes aegypti, mientras que Obieta subrayó: “El mensaje es que si no hay mosquitos, no hay dengue”.

La especialista explicó que una hembra puede depositar hasta 300 huevos y transmitirles el virus si picó antes a una persona infectada. Por eso, insistió en eliminar los criaderos: recipientes con agua limpia, floreros, bebederos de mascotas o cualquier objeto que acumule líquido.

“Los huevos pueden persistir en condiciones secas y a 15 grados. Luego eclosionan y al transformarse en mosquitos adultos pueden transmitir el virus”, detalló Obieta. También recomendó mantener mosquiteros en ventanas y enseñar a los niños a identificar posibles criaderos como parte de la educación preventiva.

El rol de la vacuna

La vacunación es otro eje central en la lucha contra el dengue. Obieta destacó: “Son dos dosis y la protección es mucho mejor después de la segunda. En el invierno, las poblaciones objetivos deben completar el esquema de vacunación”.

En Argentina está disponible la vacuna Qdenga, del laboratorio japonés Takeda, aprobada por la ANMAT en abril de 2023. Se recomienda para personas de 4 a 59 años, no integra el Calendario Nacional de Vacunación y se aplica en dos dosis separadas por tres meses.

Los especialistas sugieren que quienes padecieron dengue esperen seis meses antes de vacunarse, ya que los anticuerpos adquiridos podrían interferir con la efectividad de la inmunización. Tras su aplicación, pueden aparecer efectos secundarios leves como fiebre, dolor de cabeza o malestar muscular, que suelen durar menos de tres días.

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