El abogado querellante de la causa Cromañón y padre de una de las 194 víctimas de la tragedia, José Iglesias, denunció que el interior del local del barrio porteño de Once fue violentado, y hasta desapareció documentación que se encontraba allí.
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La visita al local, tras la cual surgió la denuncia, tuvo lugar en el marco de la etapa de ofrecimiento de prueba del juicio que se llevará a cabo contra el sindicado socio de Omar Chabán, el empresario Rafael Levy.
Según denunció Iglesias, el local se encontraba bajo custodia de una persona supuestamente delegada por el Tribunal Oral Criminal Nº 24 (TOC24), de confianza de Levy.
"Comprobamos con profunda indignación la actuación de Jesús Heredia como una suerte de auxiliar del Tribunal, habilitado para usar una barreta que violentase puertas cerradas; la actitud de íntimo conocimiento y amistad del mencionado con el acusado Rafael Levy, manifestada en abrazos, comentarios, instrucciones; la desfachatada violación de fajas de clausura, puertas y cerramientos que a lo largo de toda su superficie exhibe el lugar sujeto al cuidado y custodia del Tribunal", sostuvo Iglesias en un escrito.
Además, denunció la "desaparición de abundante documentación que estaba a la vista en diligencias anteriores, en las que los firmantes participaron; la manipulación reciente de documentación existente en el sector de administración del hotel; la reciente utilización de las habitaciones del hotel, de sus camas, de sus baños, toallas y demás implementos; la utilización de las bombas de agua para alimentar a los baños, realizando conexiones eléctricas no autorizadas que permitan el ingreso de electricidad para el acopio del tanque respectivo".
El letrado se refiere al hotel Central Park, el cual forma parte del predio y se encuentra lindante al local donde tocó "Callejeros", y que desde el 30 de diciembre de 2004 se encontraba clausurado.
Iglesias denunció "el progresivo canibalismo de elementos valiosos del hotel, en las narices de la Policía y mientras el inmueble continúa sujeto a la custodia final de la Justicia".
"En la primera inspección ocular hallaron en el subsuelo del hotel un taller clandestino, operado por personal indocumentado, mientras todo el ámbito -en teoría- debía estar clausurado; robo de los televisores de las habitaciones del hotel; hurto de los controles remotos, permanencia de Jesús Heredia viviendo dentro del inmueble, con autorización del tribunal", señala la misma.
"Quienes han permitido y perpetrado estas violaciones de fajas, rotura de puertas, robo y hurto de bienes del lugar, uso y abuso de las instalaciones, han sido integrantes de la Policía Federal, que revistaban en los distintos cuerpos que han 'custodiado' el lugar", añadió el letrado.
Por último, reclamó que la actual custodia del inmueble esté a cargo de Prefectura Naval Argentina o la Gendarmería Nacional, y no de la Policía Federal.
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