Con el avance de los años, el deterioro cognitivo puede influir de manera directa en la seguridad al manejar, generando riesgos tanto para el conductor como para terceros.
¿Desde qué edad conviene dejar de manejar? Lo que revela un estudio internacional
Aunque el proceso se manifiesta de forma diferente en cada persona, un estudio realizado en Europa identificó un promedio de años en el que la conducción comienza a ser más riesgosa.
-
¿Fin de las rotondas? El modelo de intersección que gana espacio en las rutas de EEUU
-
El truco para identificar radares de velocidad en la ruta

Un estudio reveló la edad en la que es recomendable dejar de manejar
Aunque el proceso se manifiesta de forma diferente en cada persona, un estudio realizado por la aseguradora Mapfre en Europa identificó un promedio de edad en el que la conducción comienza a ser más riesgosa.
La investigación, desarrollada por la Fundación Mapfre junto al Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona, España) y difundida por la Dirección General de Tráfico (DGT), pone el foco en la necesidad de encontrar un equilibrio: no restringir la movilidad de manera injusta, pero tampoco permitir que alguien siga al volante cuando sus capacidades suponen un peligro.
En esa línea, el informe resalta la importancia del diálogo entre adultos mayores, su entorno y los profesionales de la salud, ya que dejar de conducir no solo implica un cambio práctico, sino también un fuerte componente socioemocional.
¿Desde qué edad conviene dejar de manejar? Lo que revela un estudio internacional
Uno de los datos más destacados señala que casi la mitad de los exconductores mayores (45%) abandonó la conducción por sugerencia o presión de su círculo cercano. Las principales causas de esa renuncia son afecciones médicas (41%), problemas de memoria (36%), dificultades para manejar (32%) y, en menor medida, un diagnóstico de demencia (23%).
Cuando son los familiares quienes responden, el panorama es más contundente: el 74% asegura que la persona dejó de manejar contra su voluntad, fundamentalmente por dificultades cognitivas (61%), limitaciones físicas o problemas al volante (35%) y, en algunos casos, por demencia (17%).
Uno de los desafíos centrales de este proceso es la pérdida de autonomía. Para muchos adultos mayores, dejar el auto significa perder independencia, lo que provoca un gran impacto emocional. Por eso, se recomienda acompañar esta transición de la manera más cuidada posible.
Testimonios recogidos en la investigación reflejan esa dimensión humana: “Ya no soy el mismo”, “mi familia no confía en mí” o “siento que ya no sirvo para nada”, expresaron algunos participantes. El informe indica que el 41% atravesó la experiencia de forma negativa, asociándola con sentimientos de pérdida y frustración.
Según la muestra analizada, la edad promedio en que las personas dejan de conducir es de 75 años. Para minimizar riesgos, la Fundación recomienda cumplir con todos los controles psicofísicos al renovar la licencia y seguir de manera estricta las indicaciones médicas. También sugiere adoptar medidas prácticas como:
-
Viajar acompañados siempre que sea posible.
Evitar conducir de noche, en horas pico o bajo condiciones climáticas adversas.
Revisar los medicamentos que se consumen y sus posibles efectos en la conducción.
Dejá tu comentario