Las ventas externas de Japón hacia Estados Unidos volvieron a mostrar un retroceso en agosto, arrastradas por el golpe arancelario a la industria automotriz.
La política arancelaria de Donald Trump golpea a las automotrices japonesas y provoca una fuerte caída en las exportaciones
Si bien el ajuste fue general, el impacto se sintió con más fuerza en los automóviles, cuyas colocaciones al mercado estadounidense cayeron 28,4%, lo que recortó a la mitad el superávit bilateral, que quedó en 324 mil millones de yenes.
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Japón evidenció una fuerte caída en las exportaciones
Según informó el Ministerio de Finanzas japonés, las exportaciones hacia la mayor economía del mundo se redujeron un 13,8% interanual, hasta los 1,39 billones de yenes (unos u$s9.500 millones). Fue el quinto mes consecutivo en baja.
La política arancelaria de Donald Trump golpea a las automotrices japonesas y provoca una fuerte caída en las exportaciones
El ajuste se sintió con más fuerza en los automóviles, cuyas colocaciones al mercado estadounidense cayeron 28,4%, lo que recortó a la mitad el superávit bilateral, que quedó en 324 mil millones de yenes. También influyó la menor demanda de maquinaria de construcción y de equipos vinculados a la industria de semiconductores.
Al mismo tiempo, las importaciones desde EEUU crecieron 11,6%, superando el billón de yenes, lo que amplió el deterioro de la balanza comercial entre ambos países.
La tensión se explica por la política comercial impulsada por Donald Trump, que en abril aplicó un alza de 25 puntos en los impuestos a los autos japoneses, llevándolos al 27,5%. Aunque en julio se acordó reducirlos al 15%, la medida recién entró en vigor en septiembre, demasiado tarde para compensar el golpe acumulado.
En volumen, los envíos de vehículos se redujeron 9,5%, reflejando tanto el impacto de los aranceles como la incertidumbre del consumidor estadounidense. “Incluso con la rebaja arancelaria, las ganancias pueden verse presionadas y afectar salarios e inversión”, advirtió Takeshi Minami, economista jefe del Norinchukin Research Institute.
A nivel global, Japón registró déficit comercial por segundo mes consecutivo, aunque el rojo se redujo un 65,9% gracias a la caída del petróleo y menores compras desde Medio Oriente. Las exportaciones totales descendieron 0,1%, mientras que las importaciones retrocedieron 5,2%.
Con China, Japón mantiene un saldo negativo que ya lleva 53 meses seguidos y que en agosto fue de 425,7 mil millones de yenes. En contraste, logró un superávit del 25,3% con el resto de Asia. En la relación con la Unión Europea, el déficit comercial se prolongó por decimonoveno mes consecutivo.
El panorama deja a la economía japonesa frente a un escenario frágil: las exportaciones de autos, uno de sus motores históricos, sienten de lleno el efecto de las disputas arancelarias y un mercado global aún inestable.
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