8 de julio 2006 - 00:00

Dolor en Necochea: despidieron restos de joven asesinado en Belgrano

Los familiares y amigos de Alfredo Marcenac, quien recibió varios impactos de bala cuando un desconocido disparó un arma en el barrio porteño de Belgrano, donde otras seis personas resultaron heridas, despidieron hoy sus restos en el cementerio de Necochea.

Ante una importante cantidad de amigos y vecinos, los familiares del joven asesinado el jueves último en la avenida Cabildo cuando un hombre efectuó disparos contra los transeúntes, realizaron la inhumación del cuerpo.

En tanto, ayer la policía confeccionó el identikit del hombre que mató al joven e hirió a otras seis personas en el porteño barrio de Belgrano cuando extrajo un arma y comenzó a disparar en forma indiscriminada.

No obstante, hasta anoche, la justicia penal porteña no había autorizado a la Poliicía Federal a difundir el dibujo del rostro del tirador, con el que algún vecino puede dar alguna información.

Todo sucedió el jueves último, minutos antes de las 17, en Cabildo al 1700, pleno centro comercial de Belgrano, donde un hombre vació el cargador de su arma calibre 9 milímetros en plena calle al disparar indiscriminadamente contra siete personas, una de las cuales murió mientras que las restantes quedaron heridas.

Tras el ataque, el agresor abordó el colectivo y huyó, mientras que los heridos, la mayoría jóvenes, quedaron tirados a lo largo de una cuadra de la avenida Cabildo, entre La Pampa y José Hernández, hasta que fueron derivados tres de ellos al hospital Fernández y otros cuatro al Pirovano, donde uno murió.

El fallecido, Alfredo Marcenac, de 18 años, era un nadador oriundo de Necochea que residía en Buenos Aires, donde cursaba la carrera de kinesiología.

El joven recibió impactos de bala en el pecho y en la cabeza que le provocaron la muerte a los 25 minutos de ingresar al quirófano del Pirovano.

En ese centro asistencial también fueron internados con heridas de bala Juan Pablo Aratte, de 19 años, Jorge Marchosoti, de 66, y Pablo Jagoe, de 28.

En tanto en el hospital Fernández fueron asistidos otros tres heridos a balazos Diego Claros, de 32 años, una estudiante de 14 años y Martín Thissen, de 18.

Tras descartar la existencia de un robo previo a los ataques, la policía calificó el hecho como la reacción de un "loco, de un insano", al que se procuraba localizar.

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