Criaturas fantásticas, como el unicornio, son parte de la infancia de muchas personas y hasta ahora se creía que no existían. Sin embargo, una investigación pudo comprobar que este animal existió.
¿Existieron los unicornios? un estudio reveló un dato poco conocido sobre este animal
Una investigación encontró fósiles de 29.000 años de antigüedad de esta especie. Conocé dónde y las conclusiones de los científicos.
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¿Existieron los unicornios? esto dice un estudio
A pesar de que las imágenes de los unicornios son ficticias, existió un mamífero que puedo haber dado origen a esta leyenda. Se trata del Elasmotherium sibiricum, mejor conocido como elasmoterio, bestia de la llanura o unicornio siberiano. Este animal ya extinto, pertenece a la familia de los rinocerontes, y no era el típico caballo blanco con un cuerno en su cabeza.
En 2016, en Rusia, los investigadores de la Universidad Estatal de Tomsk encontraron un fósil de este gran unicornio siberiano, y que, aparentemente, este todavía habitaba en el planeta hace 29.000 años.
De acuerdo con la revista científica National Geographic, el origen de la humanidad empezó hace aproximadamente 200.000 años, lo cual significaría que estas criaturas habitaron la Tierra cuando la humanidad llevaba años habitándola. A pesar de que las personas no presenciaron la extinción de los unicornios siberianos, sí ocurrió cuando las personas ya estaban asentadas en el planeta.
Los datos obtenidos muestran que la extinción de estas grandes bestias pudo deberse a una consecuencia del cambio climático. Las criaturas se alimentaban principalmente de hierbas, a medida que iba cambiando el clima el alimento iba disminuyendo, teniendo en cuenta que eran demasiado grandes como para poder llenarse con tan poco, con dos metros de alto y casi cinco metros de largo, no tenían suficiente con la comida que cada vez iba haciéndose menos.
Siendo esta la causa de su extinción, y si hubieran seguido viviendo por unos años más, el fin de estas criaturas era inevitable, debido a lo grandes que era. Además, no tenían mucha facilidad para poder alimentarse, a diferencia del resto de los animales, que por ser más pequeños y no tener un cuerno de casi dos metros de largo, pudieron adaptarse a las condiciones de vida que se iban presentando.
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