¿Cumpleaños feliz?: una fiesta infantil puede costar más de $ 17.000

El presupuesto incluye salón, animación y catering para 30 niños y 20 adultos. Especialistas aseguran que se celebra cada vez más en grupo y que madres y padres buscan alternativas para abaratar costos.

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Torta, piñata, animación, catering y souvenirs forman parte de los imprescindibles en los cumpleaños infantiles. En tiempos de crisis, madres y padres intentan abaratar costos festejando en grupo, llevando comida elaborada en el hogar y hasta haciendo con sus propias manos el regalito que se lleva cada invitado. Pero aun apelando a estas estrategias los números son elevados. Un evento que incluya a niños y adultos puede costar más de $ 17.000.

Un salón ambientado para niños que, en general, se alquila durante un lapso de dos horas y media, puede costar en Capital entre $ 9.000 y $ 13.000, aproximadamente. Allí se incluye la comida y la bebida de 30 chicos, la piñata, las invitaciones, animación básica y acceso a pelotero, mini disco o demás atracciones del salón. En estos presupuestos se tienen en cuenta también al menos a dos coordinadoras a cargo de los niños y una camarera para el momento de sentarse a la mesa.

A la hora de las velitas, hay que desembolsar al menos $ 900 en una torta infantil de dos kilos (de las más chicas del mercado) forrada en fondant y con una decoración básica plana.

En tanto, entre los adicionales -para quienes quieren y pueden contratarlos- figura el servicio de fotografía por $ 2.000; maquillaje artístico, desde $ 2.000; show de magia, desde $ 2.000 o de globología, desde $ 900.

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A esto hay que sumarle el catering de los adultos, ya que los salones ofrecen en su presupuesto solamente te y café. Algunos proponen bebida libre a $ 70 por persona, mientras que los servicios de catering externos para 20 adultos arrancan en aproximadamente $ 2.000.

Antonella Di Pietro, organizadora de eventos, aseguró a ámbito.com que en este contexto económico “los cumples, sobre todo infantiles, se siguen festejando, pero tanto el cliente como el proveedor tenemos que aggiornarnos y presentar otras propuestas”. En ese sentido, destacó que se buscan tácticas para que el gasto sea menor, por ejemplo, “en vez de ofrecer un candy bar completo, se les ofrecen a las familias sólo las etiquetas para que cada uno adapte a sus golosinas”.

Di Pietro brinda dos tipos de servicios: uno más sencillo y uno premium. Pero en ambos casos, la especialista sostuvo que sus clientes “en cualquier evento buscan bajar los costos, piden qué se puede sacar o reemplazar para reducir el gasto.

Por otra parte, añadió que muchas familias se vuelcan a celebrar solamente en el jardín, para que los chicos puedan compartir con sus amigos esa fecha especial pero la inversión sea notablemente menor: allí sólo se envía la torta y la bolsita con golosinas o un pequeño obsequio.

Los espacios reducidos en que viven los porteños hacen que decidirse por un salón de fiestas sea casi la única opción. Pero estos números tornan cada vez más difícil organizar un “cumpleaños feliz”.

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