3 de septiembre 2008 - 00:00

Poggi se entregó, declaró y quedó "incomunicado"

Manuel Poggi, el ex funcionario de General Rodríguez.
Manuel Poggi, el ex funcionario de General Rodríguez.
Carlos Manuel Poggi, el ex funcionario de la Municipalidad de General Rodríguez que estaba prófugo desde el viernes pasado sospechado de su vinculación con la narcobanda de mexicanos desbaratada en Ingeniero Maschwitz, se entregó hoy en el juzgado Federal de Campana, declaró ante el juez de la causa y quedó "detenido e incomunicado".

La entrega de Poggi se produjo minutos después de las 11:30, cuando una camioneta Volkswagen Country color bordó -donde el ex funcionario iba sentado en el asiento de atrás- ingresó por el portón principal de acceso al juzgado.

Más tarde, alrededor de la 16:00 inició su declaración indagatoria ante el juez federal Federico Faggionato Márquez y luego quedó "detenido e incomunicado".

Poggi está acusado de haber alquilado un galpón de la zona de General Rodríguez donde fueron hallados tambores que tenían restos de la misma partida de efedrina que se encontró en una quinta de Ingeniero Maschwitz, donde funcionaba un laboratorio clandestino de drogas.

En tanto, en el mismo juzgado donde se entregó Poggi, desde las primeras horas de la mañana se presentaron las viudas de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, las víctimas del triple crimen de General Rodríguez.

Las tres mujeres llegaron al Juzgado Federal de Campana, para declarar ante el juez Federico Faggionato Márquez, quien quedó conforme por las charlas, que le brindaron "datos importantes" sobre la presunta vinculación entre los narcos mexicanos y el triple crimen.

Fuentes judiciales indicaron que una de las mujeres, cuya identidad se mantuvo en reserva por seguridad, repitió la declaración que había entregado ante la fiscal porteña Ana María Yacobucci y vinculó a los crímenes a un argentino que es investigado por la DEA estadounidense, por "tráfico de drogas".

El magistrado por el momento sólo investiga el tráfico ilegal de efedrina y la elaboración de drogas sintéticas por parte de una banda de mexicanos, causa donde decretó el secreto de sumario, aunque estas testimoniales unieron ambas causas.

Con respecto a la entrega de Poggi, se concretó luego de que en las últimas horas circularon versiones que indicaban la inminencia de su presentación ante la Justicia.

Sobre Poggi pesaba un pedido de captura nacional e internacional desde hace cinco días, luego de que se comprobara que había alquilado un galpón donde se hallaron tambores con restos de efedrina.

Según las declaraciones del dueño del local y otros testigos de la zona, estos tambores eran trasladados al puerto y a una quinta de Ingeniero Maschwitz por personas de nacionalidad mexicana, miembros de una narcobanda.

Estos hombres formaban una organización que fue desbaratada en la localidad del partido de Escobar, donde funcionaba un laboratorio clandestino que "cocinaba" drogas en su mayoría sintéticas.

En ese marco, el juez Faggionato Márquez confirmó que entre los mexicanos y Forza, existía un contacto comercial, luego de establecer que se registraron al menos cuatro llamados entre ellos.

Se comprobó que era Forza el contacto grabado como "Sebastián F." en la agenda del celular del jefe de la banda de mexicanos que operaba en la Argentina, Jesús Martínez Espinoza, todavía prófugo, y también en la de Luis Marcelo Tarzia, el argentino detenido durante el allanamiento realizado en la quinta de Maschwitz en julio pasado.

Este dato entrega una vinculación directa entre la causa que investiga Faggionato Márquez con la de los crímenes, seguidos por una fiscalía porteña y otra del Departamento Judicial de Mercedes.

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