12 de enero 2009 - 00:00
Secuestro de Bergara: detuvieron a un tercer policía y encuentran celular de captores en Paraguay
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Según se señaló, en esa ciudad de la Triple Frontera fue encontrado el aparato con el chip del cual se realizaron llamados a la familia de Bergara.
La mujer que tenía el teléfono en su poder, identificada como Nilda Alvarenga, afirmó ante la policía que el teléfono lo encontró una sobrina suya que vive en el conurbano y posteriormente se lo había regalado.
Por otra parte, según dijeron fuentes judiciales a Noticias Argentinas, la defensa oficial del teniente Víctor Vega, otro de los policías detenidos, pidió al juez federal de Quilmes, Luis Armella, la falta de mérito de su cliente.
Vega solicitó la falta de mérito puesto que -según afirmaron- no se encontraba el día del secuestro en el lugar, ni tampoco hay prueba contundente que lo vincule con el hecho.
Sin embargo, el teniente Vega había reconocido la semana pasado, al ser indagado por el juez, que él era quien usaba el teléfono celular al cual llamaron los secuestradores del empresario desde el mismo equipo con el cual dieron una "prueba de vida" a la familia, aunque negó que haya tomado contacto con los captores.
Por su parte, el juez Armella suspendió sus vacaciones y regresó para hacerse cargo personalmente de la causa, según dijeron fuentes, ya que hasta el momento actuaba como jueza subrogante Marcela Claudia Linares.
A pedido de la fiscal federal Silvia Cavallo se aguarda la detención de otros cuatro efectivos policiales sobre los cuales ya existen pedidos de capturas, puesto que también estarían ligados al secuestro.
Hasta el momento, tres policías de la bonaerense se encuentran detenidos por el hecho: el capitán Juan Cardozo, el teniente Vega y Costa. Este último se desempeñaba como jefe del Gabinete Criminalístico de la Jefatura Distrital Berazategui.
Bergara, de 37 años, fue secuestrado el 22 de diciembre último al salir de su domicilio particular, junto a su mujer, en las calles 315 y 359 de Ranelagh, en el partido de Berazategui.
El matrimonio iba en su camioneta Grand Cherokee cuando, al llegar a la altura del Ranelagh Golf Club, se topó con el grupo comando de secuestradores, quienes en principio exigieron un rescate de un millón de dólares.
En posteriores llamados, la banda ofreció una prueba de vida y redujo sus exigencias económicas a la mitad.
Se supo que los secuestrados se comunicaron una vez más con los familiares del empresario: fue a través de un llamado telefónico realizado el pasado domingo a la 1:00 de la madrugada, para reiterar su exigencia de rescate.
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