Al menos mil habitantes de la isla española de La Palma pudieron regresar esta semana a sus hogares tras el fin de la erupción del volcán Cumbre Vieja, aunque lamentaron la gran cantidad de cenizas que cubre sus casas y aseguraron que el paisaje es "horroroso, como un cementerio".
Vecinos del volcán Cumbre Vieja vuelven a sus casas pero dicen que el paisaje "es horroroso, como un cementerio"
Por el momento, el Gobierno no indicó "a cuántos evacuados beneficiará el nuevo perímetro ni se marca plazos para nuevos retornos masivos".
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Esta semana empezó el regreso de forma gradual en algunos barrios de la isla donde residen unas 1.000 personas del total de 7.000 que fueron evacuadas durante la erupción que comenzó el 19 de septiembre y se dio por terminada el 25 de diciembre, tras 10 días sin actividad.
En ese tiempo, la lava arrasó más de 1.300 viviendas y 1.250 hectáreas de terreno, por lo que ahora el paisaje es "horroroso, como un cementerio", dijo María Zobeida Pérez Cabrera, una de las vecinas que describió la impresión de volver a su hogar.
La mujer, una jubilada de 68 años, narró que "todo lo que veías alrededor era negro, todo, no existían ni piso, ni tejado, y las plantas eran negras".
A pesar de que las autoridades locales permitieron el retorno de estos habitantes, emitieron una serie de recomendaciones ante "posibles riesgos como derrumbamientos, inhalación de gases o altas temperaturas al regresar a unos barrios que lograron evitar ser engullidos por la lava, pero que están cubiertos de una densa capa de ceniza", informó un diario loca.
"Es todo un llano" de ceniza volcánica, "es otro mundo", se lamentó Félix Rodríguez un albañil de 61 años, mientras barría la arena de su tejado para tirarla a la terraza.
Rodríguez no podrá instalarse todavía en su casa ya que además de la ceniza, que obstruye puertas y caminos, no tiene agua y se destruyó una carretera en el valle de Aridane, lo que hace que la gente tenga que circunvalar toda la isla (casi dos horas de viaje) para realizar trayectos cotidianos que antes duraban cinco minutos.
En tanto, Carmen Acosta, de 57 años, otra vecina que pudo volver a su casa, aseguró: "Nos queda mucho que limpiar, esto ni en seis meses se va, mucha ceniza, mucha basura. Horrible, esto es horrible".
El Gobierno de Canarias informó a través de un comunicado que el Comité Científico presentará en los próximos días "una nueva propuesta de delimitación del perímetro para el posible realojo de población de otras zonas o núcleos poblacionales".
Cuando se complete el regreso de los primeros mil evacuados, quedarán casi 4.000 esperando a volver, ya que 2.329 perdieron su residencia bajo la lava, precisó el diario.
Por su parte, científicos explicaron que la colada de la reciente erupción "tardará meses en enfriarse, dificultando la reconstrucción de la isla española de La Palma".
Rubén López, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional, dijo en una entrevista que "la zona de exclusión sigue siendo bastante peligrosa. Las coladas de lava, quizá la parte superficial, se han ido enfriando, pero en cuanto haces una cata o te acercas, las coladas siguen almacenando mucho calor".
"Esto va a durar semanas, o incluso meses, y además hay emanaciones gaseosas", advirtió el especialista.
Consultado sobre la posibilidad de que los habitantes puedan volver a su vida normal, López apuntó que "ese debería ser el objetivo de las autoridades, conseguir que la gente no emigre a otras islas".
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