El elegido del invierno: según Harvard este alimento reduce el estrés y fortalece tus defensas

Con compuestos que estimulan la serotonina y mejoran la salud cardiovascular, este clásico dulce también protege el sistema inmune y mejora el ánimo.

Estudios revelan que el chocolate amargo refuerza el sistema inmune y combate el frío con sus propiedades naturales.

Con el invierno llega el frío, las ganas de quedarse en casa y la necesidad de reforzar las defensas. En esta época del año, el cuerpo pide calorías que reconforten, pero también nutrientes que ayuden a enfrentar virus, resfríos y jornadas grises. Entre tantas opciones, hay un alimento que combina lo mejor de ambos mundos: placer y beneficios para la salud.

Se trata del chocolate, un producto elaborado a partir de las semillas fermentadas y tostadas del cacao. Dependiendo de su proceso y pureza, puede aportar una alta concentración de antioxidantes, minerales y compuestos que impactan directamente en el estado de ánimo. Y ahora, un estudio de Harvard refuerza lo que muchos ya intuían: consumido con moderación, puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la circulación y fortalecer el sistema inmune.

No todos los chocolates son iguales: el negro, por ejemplo, contiene entre un 50% y un 90% de sólidos de cacao, mientras que el que tiene leche puede tener desde un 10%. Cuanto más alto es el porcentaje, mayor es también la concentración de flavonoides, compuestos antioxidantes clave para proteger nuestras células del daño causado por los radicales libres.

Beneficios del chocolate en invierno

Favorece el estado de ánimo

El chocolate contiene compuestos como la teobromina, la feniletilamina y el triptófano, que estimulan la producción de serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”. Durante el invierno, donde las horas de luz disminuyen y muchas personas experimentan decaimiento emocional o fatiga estacional, su consumo moderado puede tener un efecto positivo en el estado anímico y en la reducción del estrés.

Fortalece el sistema inmune

El cacao puro es rico en antioxidantes, en especial flavonoides, que ayudan a combatir el daño celular y fortalecen las defensas del organismo. Esto es clave durante la temporada, cuando el cuerpo está más expuesto a virus respiratorios y bacterias. Según investigaciones de Harvard, estos compuestos también promueven una mejor circulación, lo que favorece una respuesta inmunológica más eficiente.

Mejora la salud cardiovascular

Los flavonoides del cacao también tienen un impacto positivo en el sistema cardiovascular. Ayudan a reducir la presión arterial, mejorar la elasticidad de las arterias y disminuir el colesterol malo (LDL). En invierno, cuando solemos movernos menos y comer más alimentos grasos, incluir una porción de chocolate amargo puede equilibrar esos excesos y proteger el corazón.

Aporta energía de calidad

El chocolate amargo contiene una dosis natural de cafeína y teobromina, sustancias que estimulan el sistema nervioso de manera suave, sin el impacto brusco del café. Esto lo convierte en una buena opción para quienes necesitan un pequeño impulso de energía a media mañana o durante la tarde, sin recurrir a snacks ultraprocesados.