26 de agosto 2025 - 12:30

La infusión de tres ingredientes que ofrece múltiples beneficios y ayuda mejorar el dolor de garganta

Están llenos de propiedades beneficiosas para la salud y ayudan a aliviar de forma significativa el malestar de garganta, tan común y recurrente en invierno

La mágica infusión para el dolor de garganta. 

La mágica infusión para el dolor de garganta. 

Cuando hay malestar de algún tipo tomarse un té puede no ser una solución mágica, pero si una ayuda natural y accesible. Cuando dolor de panza, un té digestivo puede aliviarlo, cuando las mujeres tienen cólicos menstruales, algunas hierbas como la manzanilla, el hinojo e incluso el orégano pueden calmar estas afecciones sin tener que recurrir siempre a una pastilla.

En caso de dolor de garganta, muchos recurren al tradicional té negro con miel y limón, una combinación que brinda alivio. Sin embargo, existe una infusión aún más efectiva para este malestar: la mezcla de miel, limón y jengibre.

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Propiedades y beneficios de la infusión de miel, limón y jengibre

El té de jengibre, limón y miel es una bebida natural con grandes beneficios para la salud. Fortalece el sistema inmunológico, ayuda a aliviar resfriados y gripe, combate bacterias y virus, favorece la digestión, reduce la inflamación, elimina toxinas, mejora la circulación, ayuda a bajar el colesterol y los triglicéridos, y además colabora en la pérdida de peso al estimular la quema de grasas.

El jengibre es una raíz que destaca por su riqueza nutricional

Contiene aceites esenciales como zingibereno, zingiberol, curcumeno, limoneno y canfeno. También resinas como el gingerol, el shogaol y la zingibaina, responsables de su sabor picante y de muchas de sus propiedades medicinales.

Tiene vitaminas del grupo B y vitamina C. Además, aporta minerales como boro, cromo, manganeso, silicio, cobalto y zinc. Y por último, tiene una gran cantidad de ácidos grasos como el alfa-linolénico y el linoleico, fibras, aminoácidos y flavonoides.

Gracias a esta composición, el jengibre actúa como analgésico, antiinflamatorio, antioxidante, antiemético y antitusivo. Estimula la circulación, refuerza las defensas y ayuda incluso a regular la tensión arterial en personas con presión baja.

El limón es otro de los ingredientes clave de esta infusión

Su composición incluye aceites esenciales como limoneno, alfa-pineno, isopulegol y critapeno, además de minerales como potasio, calcio y magnesio. También tiene ácidos como el cítrico, acético, málico y cafeico. Por otro lado, también tiene pectina, flavonoides y una gran riqueza en vitamina C.

Este conjunto lo convierte en un poderoso antioxidante que fortalece el sistema inmune, actúa como antiséptico y diurético, ayuda a la digestión, remineraliza el organismo, equilibra el pH con su efecto alcalino y protege frente a procesos inflamatorios o infecciones.

La miel, una dulce aliada

Aporta dulzor natural y un amplio perfil nutricional. Contiene vitaminas como tiamina, riboflavina, niacina y ácido pantoténico. Aporta minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo, sodio, cobre, manganeso, potasio y zinc. También tiene hidratos de carbono simples como glucosa, sacarosa y fructosa.Por otro lado, tiene un gran aporte de proteínas, enzimas, ácidos orgánicos, compuestos fenólicos, carotenoides y agua.

Gracias a esto, la miel posee propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, antisépticas y cicatrizantes. Por esto calma el dolor de garganta, facilita la digestión, aporta energía, relaja, sacia y estimula el sistema inmunológico.

En conjunto, estos tres ingredientes forman una infusión aliada para el invierno, ideal no solo para aliviar síntomas de enfermedades respiratorias, sino también para mejorar la salud general del organismo, depurarlo y mantenerlo fuerte frente.

Cómo hacer un rico té de miel, limón y jengibre

Para la receta de esta infusión vas a necesitar:

  • Una taza de agua
  • Una cucharada de miel
  • Una rodaja de jengibre fresco pelado o una cucharadita de jengibre en polvo
  • Una cucharada de jugo de limón o una rodaja de la fruta.

Para lograr una buena infusión, el agua debe hervir. En una tetera con el agua poner el jengibre y el limón. Dejar reposar tapado durante 2 o 3 minutos. Una vez pasado el tiempo, saca el limón y el jengibre si lo pusiste en rodajas antes de servir y sino, colarlo cuando lo vuelques en la taza. La miel se pone en la taza con el té y se revuelve hasta disolver.

Las cantidades se pueden ajustar según el gusto. Lo recomendable es encontrar las proporciones justar para cada uno.

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