Hay alimentos que decididamente obstaculizan que tengamos un cerebro más sano. Su composición afecta al funcionamiento de este organismo clave. La comida chatarra o comida ultraprocesada, se convirtió en una parte predominante de la dieta moderna. A pesar de su sabor apetitoso y su comodidad, el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y aditivos puede tener consecuencias perjudiciales para la función cerebral.
Los alimentos ultraprocesados pueden dañar terminalmente tu cerebro, según un estudio
.El consumo excesivo de alimentos altos en grasas saturadas, azúcares refinados y aditivos puede perjudicar nuestra función cognitiva.
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Según expertos de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne, Australia, los ingredientes de la comida chatarra producen inflamación y esta puede dañar las células del cerebro y el hipocampo. Esto no solo tiene un impacto negativo en los procesos que el cerebro debe realizar y la forma en la que procesa la información, sino que puede hacer que tengamos más hambre de lo normal y que terminemos comiendo en exceso, cayendo en un círculo vicioso.
El exceso azúcar, un villano para nuestro cerebro
La comida alta en azúcares, grasas malas e ingredientes basura puede reducir el desempeño mental de las personas, lo que hace que tengan menos capacidades para aprender y para entender la información.
Particularmente, la comida chatarra rica en azúcares refinados, puede llevar a una rápida elevación de los niveles de glucosa en sangre. Esto, a su vez, puede provocar una desregulación en la producción de insulina, un importante regulador del metabolismo cerebral. La resistencia a la insulina puede aumentar el riesgo de trastornos neurodegenerativos, como el Alzheimer.
Ejemplos de alimentos que perjudican nuestro cerebro
1. Los fritos
Cuando cocinamos, el aceite vegetal se convierte en otra forma de grasa, llamada saturada, que ayudan al colesterol a ubicarse en las arterias. Una vez fritos, los alimentos destruyen lentamente las células nerviosas del cerebro, deteriorando nuestra capacidad para aprender y para formar nuevos recuerdos. Obviamente hay aceites más peligrosos que otros. El de girasol es uno de los más tóxicos para nuestro organismo.
2. Las grasas trans
Una alta ingesta de grasas trans (presentes las papas fritas, por ejemplo) está vinculado a la contracción del cerebro. Las dietas altas en grasas trans aumentan el beta-amiloide en el cerebro, que se asocia con la enfermedad de Alzheimer. Estas grasas ralentizan los reflejos y nuestra capacidad de respuesta cerebral y aumentan el riesgo de sufrir un derrame.
3. La cafeína
Si bien es cierto que la cafeína ayuda al cerebro a estar en estado de alerta, también aporta un lado negativo: 600 miligramos de cafeína al día pueden provocar dolores de cabeza, elevar la ansiedad y los trastornos relativos al sueño. Una ingesta exagerada de cafeína puede causar confusión y alucinaciones.
4. La fructosa
El sustituto del azúcar, el jarabe de maíz de alta fructosa, obstaculiza el funcionamiento de las células del cerebro y cómo estas almacenan la energía necesaria para procesar tanto el aprendizaje como los pensamientos. Este componente reduce así nuestra capacidad para capacidad aprender y para recordar información.
5. La sal
Las dietas altas en sodio estaban asociadas a una mala salud vascular, lo que a su vez conduce a que la disminución cognitiva sea más rápida.
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