No tires tu control remoto viejo: cómo transformarlo en un tesoro útil

Ese control remoto que guardas en un cajón es más valioso de lo que crees. Descubre cómo reutilizarlo y convertirlo en herramienta o adorno útil en casa.

Transformar un control remoto viejo no solo reduce residuos: puede convertirse en un accesorio útil o en una herramienta para tu hogar inteligente.

Guardar un control remoto roto o viejo puede parecer inútil, pero esconde más valor del que imaginas. Aunque su funcionalidad se deteriore con el tiempo, lo que pocos saben es que puede transformarse en una herramienta práctica, un recurso para proyectos de domótica o incluso en una pieza de decoración divertida.

Quienes acumulan estos controles en cajones olvidados suelen ignorar que están dejando de aprovechar un verdadero tesoro doméstico. Aunque ya no funcionen con tus dispositivos actuales o estén algo dañados, estos pequeños aparatos pueden tener una segunda vida si los reutilizas con creatividad.

Un control remoto viejo puede convertirse en un accesorio útil para proyectos de domótica y arte reciclado.

Por qué un control viejo puede ser un tesoro

Lejos de ser simple basura electrónica, un control remoto viejo puede convertirse en una herramienta para el hogar inteligente, en la base de proyectos de electrónica casera o en un adorno reciclado único. Contienen circuitos, LEDs, sensores y matrices de botones que pueden reciclarse, dándoles una segunda vida de manera práctica y económica.

Este tipo de piezas también son ideales para actividades en familia, ya que se pueden utilizar en manualidades y proyectos de arte reciclado que despierten la creatividad, mientras reduces desechos en casa.

Ideas para reutilizar tu control remoto

Retirar la placa y limpiar los LEDs permite que el control funcione en nuevos proyectos electrónicos.

Gracias a sus componentes, podes transformarlo en un receptor de infrarrojos compatible usando Arduino o Raspberry Pi, y así controlar luces LED inteligentes, ventiladores y proyectos caseros de domótica. Además, la matriz de botones puede convertirse en un teclado para microcontroladores, facilitando el armado de proyectos tecnológicos sin grandes inversiones.

Si no te interesa la electrónica, también podes convertirlo en un accesorio de arte reciclado para tu oficina o en un imán decorativo para la heladera, dándole un toque creativo a tu espacio.

Cómo darle una segunda vida

Si deseas transformar tu control remoto en una herramienta útil, podés empezar sacándole la tapa trasera con un destornillador y separando con cuidado la placa de circuito y los LEDs. Limpialos con alcohol isopropílico y un pincel para mantenerlos en condiciones.

Los componentes internos del control son valiosos para quienes buscan piezas para reparaciones o experimentos caseros.

Después, elegí el proyecto que querés realizar: un control de domótica con Raspberry Pi, o un adorno decorativo pintado y con imán. Para el proyecto electrónico, conecta la matriz de botones a un microcontrolador y configurá las señales para controlar dispositivos de tu hogar inteligente.

Si tu elección es artística, podés pintar la carcasa, añadir imanes y convertir ese viejo control en un adorno original que hable de tu creatividad y compromiso con el reciclaje.