6 de noviembre 2025 - 12:00

Qué significa que una persona muerda la lapicera, según la psicología

Este habito tan común cuando pensamos puede reflejar mucho sobre la personalidad de la persona y que piensa.

El significado detrás de morder la lapicera, según la psicología.

El significado detrás de morder la lapicera, según la psicología.

Morder una lapicera es un gesto común, que muchas personas realizan en situaciones de tensión o estrés. Sin embargo, este hábito no sólo refleja ansiedad o nerviosismo, sino que también puede revelar mecanismos de autorregulación emocional.

El psicólogo español Luis Miguel Real explicó que este comportamiento actúa como una válvula de escape, para liberar la energía acumulada cuando el cuerpo se prepara para reaccionar ante el estrés. Según el especialista, en contextos como oficinas, aulas o frente a una computadora, donde no es posible moverse libremente, el cuerpo busca descargar esa tensión, a través de acciones repetitivas.

Morder la lapicera

Lo que revela el hábito de morder bolígrafos, según los psicólogos

Real clasificó este gesto dentro de una categoría más amplia de conductas repetitivas, como tocarse el cabello, mover una pierna o apretar la mandíbula. Estas acciones, conocidas en psicología como conductas de autocalma, proporcionan un alivio momentáneo a la tensión emocional, aunque no resuelven la causa del malestar.

El psicólogo aclaró que morder un bolígrafo ocasionalmente no indica un problema grave. Sin embargo, cuando se convierte en el único recurso para calmarse, puede volverse una muleta emocional, similar a fumar o revisar el celular constantemente. Según Real, esto no define rasgos de personalidad como inseguridad u obsesión, pero sí sugiere que la persona necesita desarrollar estrategias más efectivas para manejar el estrés.

No todos los gestos con una lapicera tienen el mismo significado. Apoyar el bolígrafo en los labios o moverlo suavemente puede ser simplemente un indicio de concentración. En cambio, morderlo con fuerza hasta dejar marcas refleja una urgencia física y emocional, comparable a apretar los dientes o morderse las uñas, lo que indica niveles más altos de estrés.

Estudios observacionales señalan que estos comportamientos aumentan en contextos de incertidumbre. Aunque no representan un peligro inmediato, pueden provocar tensión en la mandíbula o lesiones dentales con el tiempo. Además, la repetición constante refuerza el hábito, ya que el cerebro asocia el gesto con una sensación de calma.

Para quienes desean disminuir esta conducta, Real propuso medidas prácticas:

  • Tomar conciencia del momento en que ocurre.

  • Reemplazar el objeto por otro menos dañino.

  • Respirar lentamente para reducir la tensión.

  • Moverse o cambiar de postura para liberar energía.

  • Trabajar en la tolerancia al malestar, aprendiendo a manejar la incomodidad sin reaccionar de inmediato.

El especialista destacó que la verdadera calma no consiste en eliminar por completo la tensión, sino en aprender a sostenerla sin depender de gestos repetitivos.

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