“El estilo con más demanda entre el público local es el whisky escocés, especialmente los single malts”, dice Aaron D Montijo, head bartender de Bagatelle, ubicado dentro del Hipódromo de Palermo. “Son conocidos por su carácter distintivo y complejidad, con notas que van desde frutas y flores hasta sabores ahumados y/o especiados, según la zona de producción y su tiempo de crianza. “En La Mar, el más pedido es un single malt con un tiempo mínimo de crianza de 12 años, que muchos consumidores eligen para iniciar la cena o a la hora del postre, servido por medida”, señala la reconocida Brenda Asís, head bartender de la prestigiosa cebichería con sede en Palermo.
Qué whisky toman los argentinos
Hay de todo y para todos los paladares. Escoceses, irlandeses, americanos. Con hielo, sólo o en cockctails.
-
Dos días dormido: la viral broma de esta mujer a su esposo que hizo reír a millones
-
El popular entrenamiento para mantenerse en forma después de los 60 años

El segundo en el podio es el bourbon, el más conocido de todos los whiskeys de Estados Unidos.
“Se caracteriza principalmente por sus notas ligeramente acarameladas y un sabor más suave y dulce, sin perder robustez ni presencia”, explica Augusto Machado, jefe de barra de Boca de Toro Club, el bar de tapas y cocktails en el Hotel Pulitzer Buenos Aires. En tercer lugar, se encuentra el irlandés, elegidos por el público menos experimentado por su menor complejidad y por resultar muy amables al paladar, según expresa el bartender de Aldo’s Restorán, Jonathan Riambau.
Cualquiera sea la variedad, el tiempo de crianza suele ser un factor diferenciador entre los whiskies. Sin embargo, la bartender Mona Gallosi, referente en materia de bebidas y alma mater del restobar Punto Mona, hace hincapié en que más años de añejamiento no hacen mejor a un whisky, sino uno distinto: cada bebida es única y su tiempo en barrica tiene un porqué. “A la hora de elegir, recomiendo que prueben variedad y busquen el estilo de whisky que les siente mejor, en vez de dejarse guiar por precios y añadas, los cuales no garantizan que esa etiqueta le sentará bien a nuestro paladar”.
¿Y CÓMO LO BEBEMOS?
En Aldo’s suelen atender a dos tipos de clientes: los bebedores habituales que lo eligen solo, sin hielo o refrescado, y aquellas personas ávidas por ingresar en el mundo del whisky, a quienes les aconsejan comenzar con cockctails para ir acostumbrando el paladar. El whisky con hielo también es una opción popular, comentan desde Bagatelle, y la finalidad es suavizar un poco los ejemplares de sabores más intensos.
Esta forma de consumo es común durante los meses más cálidos del año o en ocasiones informales. Con respecto a quienes están dando sus primeros pasos, desde Enero Restaurant también abogan por incursionar con cocktails clásicos como Old Fashioned (whisky rye o bourbon, azúcar y bitter) o el Penicillin (whisky escocés, miel, jengibre, limón, whisky ahumado). En La Mar, hay una gran demanda de estos dos cócteles, sumados al popular Boulevardier (bourbon, vermouth rosso y Campari) y los modernos Johnny and Lemon o Walker Julep.
“Cabe aclarar que no hay formas correctas o incorrectas de beberlo, esto depende de cada uno”, expresa Mona Gallosi. De todas formas, la bartender sugiere servirlo en un vaso corto previamente refrescado, sobre una roca de hielo cristalino grande, con un golpe muy corto de soda y perfumar con una piel de naranja.
“Al agregar un poco de agua, todos los aromas y sabores del whisky se abren, pudiendo percibirlos por separado; si no, estos se encuentran muy concentrados y sólo disfrutamos de una parte, de las notas más intensas”.
- Temas
- Placeres
Dejá tu comentario