Salud mental en el trabajo, un derecho humano universal

El 10 de octubre es el Día mundial de la Salud Mental y es importante propiciar un clima laboral seguro y sano, que incluya el bienestar emocional de los colaboradores.

El Día mundial de la Salud Mental 2023 nos recuerda que cuidar la salud mental es una responsabilidad compartida y un paso esencial hacia un futuro más saludable y próspero para todos.

Consejo Mexicano de Neurociencias

Cada 10 de octubre se conmemora el Día de la Salud Mental y el lema de 2023 es "La salud mental es un derecho humano universal". Esta fecha fue fijada en 1992 por la Federación Mundial para la Salud Mental (WMHD) y respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y abarca temas que van desde la prevención del suicidio hasta la promoción de la salud mental en el ámbito laboral.

En este último ámbito, la psicóloga del trabajo y directora de la consultora "Trabaja Mejor," Analia Tarasiewicz, destaca: “Hay una profunda relación entre la identidad laboral, el accionar consciente de las organizaciones, las políticas públicas y la salud mental”. Y agrega: “Son muchos los factores que atentan contra un ambiente laboral sano. Las culturas organizacionales deshumanizantes, las cargas de trabajo excesivas, las malas condiciones laborales, la informalidad y la falta de desarrollo profesional sumados a la discriminación, la desigualdad y el liderazgo deficiente, representan un alto riesgo para la salud mental que se traduce en estados de depresión, estrés, burnout, trastornos emocionales y fisicos, entre otros”.

Números que alarman

La OMS afirma que cerca del 60% de la población mundial trabaja y todos los trabajadores tienen derecho a un entorno laboral seguro y sano. Por ello presentó un Plan de Acción Integral sobre Salud Mental de cara al 2030.

En este sentido, un estudio reciente indica que el 15% de los adultos en edad de trabajar tenía un trastorno mental. A nivel mundial, se estima que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, a un costo de US$ 1 billón por año en pérdida de productividad. El informe señala que aproximadamente el 75% de las personas con trastornos mentales no reciben el tratamiento necesario.

Cabe destacar que el estigma en el trabajo dificulta buscar ayuda, retrasando tratamientos y a veces llega a la pérdida de empleo, alimentado por estereotipos sociales. Sin embargo, existen medidas a tomar desde el mundo personal y del organizacional, para prevenir riesgos, promover y tratar la salud mental de las personas. Asimismo, a nivel gubernamental debería accionarse políticas de salud que promuevan la concientización y tratamiento sobre esta dimensión que ocupa la mitad de nuestro día a día.

El tratamiento adecuado

Analia Tarasiewicz, con más de 15 años de experiencia en atención especializada en estas áreas, destaca aspectos clave para lograr una mejor salud mental y bienestar laboral: “A nivel personal: ante todo hay que entender los síntomas que se presentan en el trabajo como mensajeros de lo que hay que resolver, luego discernir entre “3 caminos”

Los mismos son:

• Evaluar si el malestar está relacionado con las condiciones laborales;
• Considerar si es un problema de vocación, tareas o desarrollo de competencias profesionales;
• Explorar si hay algún problema personal no resuelto que se esté proyectando psicológica o emocionalmente en nuestro trabajo y que empeora nuestra salud mental y requiere tratamiento psicológico específico.

Para ello es importante:

• Comprender si existen patologías de base y explorar la tendencia psíquica de cada persona.
• Profundizar en la identidad laboral, incluyendo vocación, rol, historia, desarrollo profesional, valores y propósito.
• Evaluar el papel del trabajo en balance con la vida personal
• Mejorar comunicaciones directas con líderes, gestión del tiempo y organización de tareas, y establecimiento de límites frente a lo que no estás de acuerdo o te hace empeorar tu salud mental.
• Fomentar la aceptación y autocompasión en tiempos de dificultades y errores.
• Gestionar emociones, transformar pensamientos limitantes y crear hábitos equilibrados.
• En muchos casos excederá el ámbito organizacional y deberá un profesional de la salud mental especializado en trabajo determinar un diagnóstico y armar un plan de acción acorde.

En el ámbito empresarial, Tarasiewicz insta a los líderes a considerar la salud mental de sus empleados como una inversión ética, un derecho humano universal, generado a través de programas de prevención, atención en espacios adecuados y fomento del bienestar de la mano de profesionales especializados. Su implementación no solo conduce a un cambio positivo en el entorno laboral, sino que también mejora el liderazgo, fortalece los canales de comunicación, optimiza la asignación de recursos, facilita la integración de las personas, estimula la innovación y la participación activa, y, a su vez, fomenta el crecimiento tanto de las personas como el organizacional.