En el corazón de Palermo, bajo los emblemáticos Arcos del Rosedal, Francisca del Fuego se afirma como uno de los puntos de encuentro más atractivos de la ciudad. Restaurante, bar y espacio cultural, su propuesta reúne tres ejes que dialogan en armonía: cocina artesanal, ambientación única y ciclos musicales que transforman cada noche en una experiencia distinta.
Viernes de música con ciclos íntimos y DJ sets en los Arcos del Rosedal
Francisca del Fuego es un restaurante palermitano que fusiona cocina de autor, estética árabe y noches de música en vivo para redescubrir el fin de semana.
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Dirección: Av. del Libertador 3883, arco 14, Palermo.
Francisca's Piano Bar: DJ, artistas invitados y más
Desde septiembre, el local suma un nuevo atractivo a su agenda nocturna: Francisca’s Piano Bar, un ciclo que tiene lugar los viernes a partir de las 22. La dinámica propone un recorrido escalonado: primero, shows íntimos de piano, guitarra y voz, con artistas invitados que alternan entre figuras consagradas y talentos emergentes; luego, la noche se expande con DJ sets que convierten el salón en pista de baile hasta la madrugada. La curaduría artística, a cargo de Piwi Berro Madero, busca tender puentes entre géneros como el indie, el rock y el folk, con un cierre que se adentra en la electrónica local.
La programación inaugural dio cuenta del espíritu del ciclo: el primer viernes contó con Piwi & Facu Iñigo, junto a Andy Chango y San Pulso como invitados sorpresa, mientras que la segunda fecha desplegó la energía de DJ Rolling Garros y Capri b2b Mariana Estellat, quienes incluso se animaron a sumar piano en vivo después de las 2 de la mañana. Con esta fórmula, cada viernes se vuelve un motivo para regresar y dejarse sorprender.
Francisca del Fuego: gastronomía
Pero si la música le da ritmo, es la gastronomía la que sostiene la identidad de Francisca del Fuego. Su carta combina platos para compartir, entre los que sobresalen la fainá clásica y la versión de la casa con polpetta y chorizo español, el hummus de remolacha, la burratina con uvas quemadas, la salchicha de cordero spicy o la provoleta al horno de barro. A ello se suman las empanadas caseras, desde las de carne cortada a cuchillo hasta la de cordero al Malbec o la de hongos con salsa anticuchera— y las grandes protagonistas: las pizzas de masa madre, de bordes aireados y cocciones perfectas. Clásicos como la Margherita conviven con creaciones originales como la Mortadela con pistachos y pesto ahumado, la Pepperoni con ricota alimonada o la Roja Vegana con hummus y alcaparras.
La propuesta se completa con sándwiches en pan de pizza, milanesa de pollo en panko a la napolitana; crudo y queso con tapenade; veggie de palta quemada; Antony de mortadela crocante, postres como el tiramisú de pistacho o el flan de dulce de leche casero, y una carta de cócteles que incluye desde un refrescante Mandarin Spritz hasta un elegante Bosco Negroni, sin olvidar opciones sin alcohol como la limonada o el Virgin Mojito.
La ambientación también juega un papel clave. Francisca despliega un salón decorado con vitrales de colores, lámparas árabes y candelabros, que transmiten un espíritu cálido y festivo. En el patio delantero se alza una gran carpa marroquí, mientras que el trasero ofrece un living exclusivo, mesas de madera y una cabina de DJ lista para musicalizar las noches. El resultado es un espacio versátil, ideal tanto para un almuerzo relajado como para un viernes de baile y piano en vivo.
Cabe destacar que Francisca del Fuego abre todos los días, de día y de noche, con cocina, cócteles y música en distintas versiones. Así, cada visita puede tomar un rumbo diferente: desde un almuerzo entre amigos bajo la carpa árabe, hasta un viernes de Piano Bar con sets en vivo que se prolongan hasta altas horas.
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