Acusan en Brasil a Jair Bolsonaro de adulterar su registro de vacunación contra el Covid

El hecho habría ocurrido durante la pandemia. La imputación se da en el marco de una denuncia que lo vincula con la discusión de un posible golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022.

En un nuevo escándalo, Jair Bolsonaro fue acusado de adulterar sus datos de vacunación durante la Pandemia de Covid-19.

Jair Bolsonaro, expresidente brasileño, se vio envuelto en una nueva polémica. Esta vez, Bolsonaro es acusado de adulterar sus registros de vacunación, hecho que habría ocurrido durante la pandemia de Covid-19.

Según la denuncia, el político introdujo datos falsos en el Sistema único de Salud (SUS) de su país. Los registros que habrían sido adulterados muestran que Bolsonaro recibió una dosis de la vacuna contra el Covid-19 en un centro de salud pública en San Pablo en julio de 2021.

Bolsonaro y el escándalo por su vacunación

Fue la Policía Federal de Brasil la que imputó al expresidente del país por sospechas de fraude en sus registros de vacunación. Anteriormente, una investigación de la Contraloría General de la nación ya había demostrado que los registros de Bolsonaro eran falsos.

La pandemia de Covid-19 sucedió mientras que Bolsonaro era presidente, y dejó un saludo de más de 700.000 muertos en Brasil.

Específicamente, Bolsonaro es acusado de introducir datos falsos en el SUS de Brasil. Según los mismos, el político había recibido una dosis de la vacuna en un centro de salud pública en San Pablo en julio de 2021.

Sin embargo, la investigación constató que el expresidente había abandonado la ciudad el día anterior y no salió de Brasilia hasta tres días después. Además la enfermera cuyo nombre que aparece en los registros como la que aplicó la vacuna a Bolsonaro, negó haberlo hecho y ya no trabajaba en ese centro de vacunación en esa fecha.

Por último, el lote de vacunas que presuntamente le dieron a Bolsonaro tampoco estaba disponible en esa fecha, según afirmó la Contraloría General. Ya en mayo del año pasado, el domicilio de Bolsonaro en Brasilia fue allanado por la policía federal en el marco de la investigación sobre las vacunas.

Ante las acusaciones, Bolsonaro negó el hecho y aseguró estar tranquilo. "Es una investigación selectiva. El mundo sabe que no tomé la vacuna", aseguró el político.

Exjefes militares contra Bolsonaro

El escándalo sobre la vacunación se da en el marco de una grave denuncia que realizaron desde el círculo militar contra Bolsonaro. Es que el excomandante del Ejército, Marco Antonio Freire Gomes, y el excomandante de la Fuerza Aérea de Brasil, Carlos de Almeida Baptista, admitieron a investigadores de la policía que el presidente Jair Bolsonaro los convocó a dos reuniones - en la residencia presidencial - para discutir un posible golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022.

Luego de las elecciones presidenciales de 2022, los seguidores de Bolsonaro se manifestaron en los cuarteles militares para exigir una intervención federal.

Los relatos de los altos cargos militares sitúan a Bolsonaro en el centro de un complot para declarar la ley marcial e imposibilitar la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva llegar a la presidencia del país. En sus declaraciones, los excomandantes aseguraron que ambos le negaron el apoyo al expresidente para realizar el golpe.

Además, los dos militares implicaron en la situación al comandante de la Armada de Brasil, Almir Garnier Santos. Según sus testimonios, Garnier Santos habría respaldado la idea de Bolsonaro de un levantamiento militar.

Freire Gomes agregó en su declaración que Bolsonaro presentó un proyecto de decreto para ordenar el estado de sitio. El general retirado aseguró que era el mismo borrador que fue encontrado por la policía en la computadora del asistente del expresidente, Mauro Cid, quien está detenido a pesar de haber llegado a un acuerdo con las autoridades.

Por otro lado, la policía también cuenta declaraciones de otros tres testigos - por fuera de la cúpula militar - que implican directamente a Bolsonaro como el cerebro detrás del intento de golpe. El expresidente de Brasil se defendió de las acusaciones y declaró que no tiene miedo de "ningún juicio" ya que sufre una "persecución".