23 de febrero 2005 - 00:00

Berlusconi pone sus casas bajo "secreto de Estado"

Roma - Todas las casas propiedad de Silvio Berlusconi, así como las pertenecientes a los familiares, parientes y estrechos colaboradores del primer ministro italiano, podrían obtener en breve la calificación de « secreto de Estado». Lo que significaría que nadie, ni siquiera un juez que se encuentre investigando un presunto delito, podría pretender meter las narices dentro de las cuatro paredes de esas viviendas ni solicitar siquiera información relativa a ellas.

Eso es lo que se establece en un decreto firmado por el ministro del Interior italiano, Giusseppe Pisanu, el pasado 6 de mayo y que acaba de ser presentado para su aprobación ante el Comité Parlamentario de Control sobre los Servicios de Seguridad.

Las 38 páginas del nuevo proyecto de ley despertaron las sospechas de la oposición, que considera que se trata de una norma hecha a la medida de Berlusconi.

• Polémica


No en vano, cuando el decreto en cuestión fue redactado hace ahora nueve meses, se hallaba en pleno apogeo la polémica desatada en torno a los presuntos abusos urbanísticos cometidos por Il Cavaliere en Villa Certosa, la fastuosa residencia que Berlusconi posee en Cerdeña.

Las voces que denunciaban supuestas irregularidades se hicieron tan fuertes que la Fiscalía de Tempio Pausania decidió intervenir y abrir una inspección. Sin embargo, la investigación resultó paralizada por parte del Ministerio del Interior, que alegó que la viviendano podía ser examinada por motivos de seguridad.

Pero la Fiscalía de Tempio Pausania no se rindió y, en noviembre pasado, pidió a la Presidencia de Gobierno que le confirmara si, efectivamente, las viviendas propiedad de Silvio Berlusconi entraban dentro de la categoría de «secreto de Estado». En diciembre, llegó dicha ratificación a través de una carta rubricada por el subsecretario de la Presidencia de Gobierno.

• Bendición

Lejos de tirar la toalla, la Fiscalía se atrevió a poner en duda esa decisión, tachándola de inconstitucional. Y en éstas, el decreto ley que declara top secret las viviendas del primer ministro era enviado la semana pasada al Comité
Parlamentario que se ocupa de los servicios de seguridad para que éste le diera su bendición.

Una bendición por otro lado puramente formal, porque el dictamen del comité no tiene carácter vinculante.

En cuanto el decreto se convierta en ley, la Fiscalía de Tempio Pausania se verá obligada a dar por cerrada a su investigación sobre aquellas presuntas irregularidades urbanísticas.

«Es surrealista y completamente inaceptable, y deja a Italia en el más absoluto de los ridículos a ojos de Europa», denuncia
Ermete Realacci, del partido de la oposición La Margarita.

«Los jueces que investigan presuntos abusos urbanísticos no suponen una amenaza terrorista de la que Italia deba defenderse», añade.

«Se ha superado el límite de la decencia», opina por su parte
Alfonso Pecoraro Scanio, presidente de Los Verdes.

«Es increíble que se recurra al secreto de Estado para dar apariencia de legalidad a unas obras abusivas realizadas en una vivienda privada. Lo sucedido muestra la arrogancia del primer ministro, acostumbrado a considerar Italia como su propiedad privada».

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