24 de noviembre 2020 - 00:01

Biden prepara un gabinete con veteranos de la administración Obama y presencia de minorías

Por primera vez, un inmigrante latino ocupará el cargo de secretario de Seguridad Interior. Además, John Kerry será delegado especial para asuntos climáticos.

Historia. El entonces vicepresidente Joe Biden y su asesor Antony Blinken, atienden una reunión en la Casa Blanca durante el mandato de Barack Obama.  A la derecha aparece John Kerry, entonces secretario de Estado. 

Historia. El entonces vicepresidente Joe Biden y su asesor Antony Blinken, atienden una reunión en la Casa Blanca durante el mandato de Barack Obama.  A la derecha aparece John Kerry, entonces secretario de Estado. 

Washington - El presidente electo de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, nombró ayer a los máximos responsables de su gabinete en materia diplomática y de seguridad, que incluye a veteranos de la administración de Barack Obama y a un inmigrante latino, un cambio radical en las actuales políticas que se espera que marque el regreso al multilateralismo después de que el republicano Donald Trump se apartara de los aliados tradicionales y menospreciara las alianzas internacionales.

Biden designó ayer seis puestos clave que validan sus promesas de campaña de que su gabinete refleje la diversidad de Estados Unidos.

Nominó a Antony Blinken, su asesor de larga data como secretario de Estado, a Jake Sullivan como asesor de Seguridad Nacional, al cubano Alejandro Mayorkas como secretario de Seguridad Interior, el primer inmigrante en ocupar esa cartera, y al excanciller John Kerry como delegado especial para asuntos climáticos.

El demócrata nombró, asimismo, a Linda Thomas-Greenfield como embajadora ante las Naciones Unidas y a Avril Haines, ex subdirectora de la CIA, como directora de inteligencia nacional, la primera mujer en ocupar ese cargo. Los puestos de Sullivan y Kerry no requieren la confirmación del Senado.

Blinken, uno de sus principales colaboradores en política exterior y número dos del Departamento de Estado en el gobierno de Obama, cuando Biden era vicepresidente, sería un aporte sustancial en el intento de la administración entrante de reformular la relación de Estados Unidos con el resto del mundo después de cuatro años en los que Trump cuestionó las alianzas de larga data.

De ser confirmado por el Senado, este abogado de 58 años sustituirá en el cargo a Mike Pompeo, cuyas prioridades al frente de la diplomacia estadounidense incluyeron una relación sin concesiones con China y la contención de Irán.

En un signo de renovación, Biden eligió a Mayorkas -que nació en La Habana- como jefe del Departamento de Seguridad Interior (DHS) y será el primer latino en dirigir esta cartera que se encarga entre otros temas de la inmigración.

Mayorkas, un abogado de 60 años, dijo luego: “Cuando era muy joven, Estados Unidos nos proporcionó a mi familia y a mí un lugar de refugio. Ahora he sido nominado para ser el secretario del DHS y supervisar la protección de todos los estadounidenses y aquellos que huyen de la persecución en busca de una vida mejor para ellos y sus seres queridos”.

En tanto, Sullivan, que con 43 años será uno de los asesores de seguridad nacional más jóvenes de la historia, fue uno de los principales asesores de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton antes de convertirse en asesor de seguridad nacional del entonces vicepresidente Biden.

Quizás el más conocido de los nominado es Kerry, quien hizo del cambio climático una de sus principales prioridades mientras se desempeñaba como secretario de Estado de Obama, cuando también negoció el acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo climático de París.

Trump se retiró de ambos acuerdos, que dijo que representaban un fracaso de la diplomacia estadounidense en un ataque directo a Kerry, a quien llamó el peor secretario de estado en la historia de Estados Unidos.

Biden viene avanzando en nombramientos y planes de Gobierno a pesar de que Trump se niega a admitir la derrota en las elecciones del 3 de noviembre con una batería de recursos legales que denuncian un fraude electoral hasta el momento no probado, que obstaculizan el proceso de transición.

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