1 de mayo 2009 - 23:44

Con serios disturbios en varios países, se conmemoró el Día del Trabajador

Incidentes en la ciudad francesa de Lyon.
Incidentes en la ciudad francesa de Lyon.
Varios enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad se registraron en distintos países durante las manifestaciones por el Día del Trabajador, en las que se repitieron las protestas por la crisis económica internacional.

En Alemania, alrededor de 200 personas que gritaban consignas contra el capitalismo en Berlín se enfrentaron con la policía. Al menos 29 uniformados fueron heridos y 12 personas quedaron detenidas, informó un portavoz policial.

En tanto, en Hamburgo, una de las principales ciudades industriales de Alemania, agentes policiales se enfrentaron con manifestantes, con un saldo de tres personas heridas.

En Rusia, la policía detuvo a 120 personas a las que calificó como de extrema derecha, mientras se manifestaban en San Petersburgo contra trabajadores inmigrantes.

En la capital de la Federación, unos 2 mil simpatizantes comunistas marcharon portando retratos de Lenin y entonando el himno de ese partido.

Las manifestaciones en Francia, convocadas por los principales sindicatos galos, se dirigieron sobre todo contra lo que consideran una errónea política económica del presidente Nicolas Sarkozy. En total hubo casi 300 marchas en todo el país.

Los sindicatos estimaron que cerca de 1,2 millones de personas salieron a las calles de todo el país. La principal marcha tuvo lugar en París, donde se calcula que 160.000 personas pidieron al gobierno que lance más medidas para evitar despidos y que paralice la reforma prevista de la legislación laboral.

En Madrid, miles de personas participaron en las manifestaciones convocadas tradicionalmente por los sindicatos CCOO y UGT, en las que éstas amenazaron a los empresarios con "huelgas" si no mantienen el diálogo social.

En una jornada marcada por el fuerte aumento del desempleo en España, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) conminaron al sector empresarial a ser "leales" con lo acuerdos laborales alcanzados hasta ahora, o a atenerse de lo contrario a una "huelga general".  

Según las propias organizaciones sindicales, unas 60.000 personas participaron en las marchas en Madrid. Otros 40.000 manifestantes marcharon también en Barcelona. La policía, por otro lado, dio cifras bastante más bajas.

Por su parte, al menos dos centenares de manifestantes chocaron con la policía en Estambul, mientras miles de trabajadores marchaban por el primero de mayo.

Los policías reprimieron usando camiones hidrantes a manifestantes que, según la versión oficial, les lanzaron piedras. Hubo detenidos pero en principio la policía no precisó el número.

En Atenas, miles de personas marcharon por las calles e interrumpieron el transporte público, los servicios del ferry y las operaciones de Olympic Airlines, que canceló más de 100 vuelos, por lo menos seis de ellos internacionales.

En tanto, en Venezuela la marcha que efectuó la oposición por el Día del Trabajo terminó abruptamente entre improperios contra el presidente Hugo Chávez y gases lacrimógenos lanzados por la Policía cuando los manifestantes intentaron vulnerar el recorrido permitido.

Agentes de la Policía Metropolitana y de la Guardia Nacional (GN, policía militarizada) lanzaron gases, perdigones y dirigieron vehículos antimotines contra un grupo de manifestantes que pretendió vulnerar las vallas de seguridad para intentar abrir paso al grueso de la marcha hacia la sede del Parlamento.

En Chile, unas 5.000 personas -según medios de prensa- marcharon por el centro de Santiago, generándose disturbios con la policía que dejaron 65 detenidos, según fuentes oficiales.

En Brasil, casi 1 millón de personas participaron en fiestas por el Día de los Trabajadores en Sao Paulo, con el desempleo -en su nivel más alto en dos años- como tema central.

En cambio, en México, epicentro de la gripe porcina que dejó 15 muertos y 343 casos confirmados, los sindicatos suspendieron las principales manifestaciones a pedido del gobierno, que instó a la población a permanecer en sus hogares durante el fin de semana largo para evitar contagios.

En Cuba, uno de los últimos países comunistas que quedan en el mundo, desfilaron medio millón de personas que reclamaron el fin del bloqueo estadounidense.

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