23 de septiembre 2008 - 00:00

Conmociona a Italia ataque de la mafia a africanos: 6 muertos

El jueves se produjo una matanza de seis inmigrantes africanos en las afueras de Nápoles.Según las autoridades, la mafia local buscó con el hecho enviar un mensaje sangrientopara que ningún grupo ose disputarle los negocios del narcotráfico y la prostitución.
El jueves se produjo una matanza de seis inmigrantes africanos en las afueras de Nápoles. Según las autoridades, la mafia local buscó con el hecho enviar un mensaje sangriento para que ningún grupo ose disputarle los negocios del narcotráfico y la prostitución.
Roma (AFP, EFE) - La cacería desatada por el clan de los Casalesi, el brazo brutal de la mafia napolitana, contra los inmigrantes africanos que residen en esa región del sur de Italia, preocupa a las autoridades, que hoy decidirán si envían o no un contingente militar para frenarla.

Unos 400 agentes, entre policías y carabineros, llegaron ayer a Nápoles para reforzar la vigilancia en esa región tras la impresionante masacre del jueves de seis inmigrantes africanos por parte de la Camorra.

El gobierno de Silvio Berlusconi convocó para hoy a una reunión especial a fin de decidir el despliegue de un millar de militares como respuesta a la guerra abierta por el temido clan contra los inmigrantes negros para imponer su supremacía en todo el territorio.

Los seis africanos -cuatro de Ghana, uno de Liberia y otro de Togo- fueron asesinados al amanecer por tres sicarios que irrumpieron en un taller textil. Estos dispararon una ráfaga de 130 proyectiles, para lo que emplearon revólveres de calibre 9 y fusiles Kalashnikov, armas que suele emplear la mafia local, según indicaron expertos.

  • Protestas

    El asesinato de los africanos generó protestas por parte de la comunidad de inmigrantes africanos en la región, formada por unas 7.000 personas, que descartó que las víctimas formaran parte de una red de narcotraficantes.

    Uno de los presuntos sicarios fue detenido ayer en el marco de la investigación abierta tras el crimen. Se trata de Alfonso Cesarano, de 29 años, quien fue arrestado en casa de sus padres, en la localidad de Baia Verde, cerca de Caserta, donde se encontraba bajo arresto domiciliario.

    Según la policía, Cesarano sería uno de los tres autores de la matanza, que se inició con el asesinato primero del italiano Antonio Celiento, propietario de una sala de videojuegos, y concluyó con la matanza de los inmigrantes.

    El ministro del Interior, Roberto Maroni, aprueba una «respuesta dura e inmediata» contra una mafia que fusila sin vacilar a inmigrantes para aterrorizar a los africanos que pretendan entrar en sus jugosos negocios, es decir, el tráfico de droga y la prostitución.

    El menos convencido de la solución militar es el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, quien debe administrar las numerosas y costosas misiones de Italia en el exterior.

    «Han asesinado a 16 personas en menos de 6 meses. Cualquier país democrático con una situación así temblaba. Aquí no. Nadie habla de ello, nadie sabe de esa racha de crímenes, de ese terrorismo que no habla árabe pero que manda y domina sin problema», escribió ayer Roberto Saviano, autor del exitoso libro sobre la mafia napolitana «Gomorra».

    Para Saviano, que estudia desde hace años el fenómeno del crimen organizado en Nápoles, la Camorra teme desaparecer ante el poder de ramificación de mafias extranjeras como las de Nigeria o Albania, las que cuentan con un ejército de inmigrantes pobres a su servicio. «Matan peces pequeños como acción demostrativa», sostiene el escritor para explicar la matanza de Baia Verde.

    Como ocurre con la Cosa Nostra, la mafia siciliana, Saviano espera que la sociedad civil, aquella que trabaja honestamente, se movilice contra la organización, acusada además de envenenar sus tierras al enterrar por años toneladas de desechos tóxicos para obtener millonarias ganancias y de crear bandas de sicarios drogadictos con licencia para matar.
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