Corea del Norte reafirmó su apuesta por armas nucleares
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Estados Unidos envió a Corea del Sur aviones F-22 que arribaron a las bases norteamericanas emplazadas en la península, reportó el diario Wall Street Journal.
El diario, en base a fuentes de la cartera de Defensa, sostuvo que se trata de una "última demostración" de Estados Unidos sobre la "avanzada capacidad militar como medio para desalentar las provocaciones de Corea del Norte".
El régimen de Pyongyang atacará las bases norteamericanas en suelo nipón en caso de guerra en la península de Corea, informó el Rodong Sinmun, diario del Partido de los Trabajadores, citando explícitamente las bases de Misawa (prefectura de Aomori), Yokosuka (prefectura de Kanagawa) y de Okinawa. La amenaza se conoció al día siguiente del anuncio de Pyongyang del ingreso al "estado de guerra" con Corea del Sur, unida a la perspectiva de "guerra nuclear" si Seúl y Washington impulsar acciones militares en su contra.
La determinación de tener relaciones "bélicas" con el vecino fue tomada por Pyongyang después de que Washington voló el jueves bombardeos furtivos B-2 sobre Corea del Sur, en el marco de maniobras militares conjuntas.
Los marines surcoreanos y norteamericanos compartirán en abril un ciclo de maniobras anuales, divididas en cuatro fases, durante 30 días, informó la agencia Yonhap. La fuente destacó que el objetivo es "afinar las capacidades en las operaciones de desembarco y tácticas, y de maniobras de las unidades mecanizadas".
Funcionarios de Seúl informaron que los marines norteamericanos en adiestramiento serán invitados a los debates tácticos en primera línea sobre posibles provocaciones del Norte.
En tanto, el complejo industrial de Kaesong, una zona de cooperación económica entre ambas Coreas, mantiene su funcionamiento pese a las advertencias de clausura por parte de Pyongyang. "No existe ningún problema hasta el momento en lo que hace al funcionamiento del complejo de Kaesong", sostuvo un portavoz del ministerio para la Unificación de Seúl, responsable de las relaciones entre los dos países.
La zona industrial está ubicada en la frontera entre los dos países, diez kilómetros hacia el interior de Corea del Norte, y fue inaugurada en el 2004 en un clima de cooperación entre Pyongyang y Seúl. Kaesong mantuvo su funcionamiento pese a las tensiones repetidas entre los dos países, pero Pyongyang advirtió su cierre en el marco de la crisis que afronta la península.
El anuncio del sábado despertó la inmediata reacción de las principales potencias del mundo, que llamaron a la "prudencia" y a la "responsabilidad", además de expresar "preocupación" por el desarrollo de la situación. El Gobierno chino, principal aliado del régimen norcoreano, exigió que "se rebaje la tensión" en la región.
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