13 de agosto 2007 - 00:00

Demócratas se alejan de la izquierda

Los senadoresBarack Obamay HillaryClinton,principalescartas demócrataspara laspróximaspresidenciales.Ambos prometieronsólouniones civilespara loshomosexualesen caso dellegar al poder.
Los senadores Barack Obama y Hillary Clinton, principales cartas demócratas para las próximas presidenciales. Ambos prometieron sólo uniones civiles para los homosexuales en caso de llegar al poder.
Whasington - Robert está «disgustado, pero no sorprendido» con el partido político al que siempre vota. Esta semana, cuando estaba de vacaciones con su hermana en las montañas de Colorado, se enteró de que ninguno de los candidatos demócratas con posibilidades de ganar la nominación para la presidencia apoya la introducción del matrimonio homosexual. «Me habría extrañado que hubieran dicho otra cosa», explicaba por teléfono mientras hacía cola en el aeropuerto de Denver.

Claro que este directivo especializado en gestión de entidades educativas tenía cierto interés personal en la cuestión. Porque Robert, de 44 años, es homosexual. Ser homosexual y demócrata es casi sinónimo en Estados Unidos.

Se calcula que 4% de los votantes en las últimas elecciones eran gays y de ellos 77% votó por Kerry. Sin embargo, también hay algunas figuras públicas homosexuales y republicanas. Un ejemplo es Andrew Sullivan, ex director del semanario político «The New Republic» y blogger en la edición on line del no menos prestigioso «The Atlantic Monthly».

  • Libremercadista

  • Sullivan es católico practicante, homosexual y libertario, lo que en EE.UU. no significa que admire a Bakunin, sino a Milton Friedman y a otros teóricos del libre mercado para quienes el Estado debe reducirse al máximo. Y los homosexuales de ese partido tienen varios grupos, el más famoso de ellos, The Log Cabin Republicans (Los republicanos de la cabaña del leñador, en referencia al lugar de nacimiento de la mayor figura política de ese partido, Abraham Lincoln). Sin embargo, algunos homosexuales comparan a los Log Cabin Republicans con una hipotética organización llamada Mujeres por los Talibán.

    George W. Bush fue quien llegó más lejos al prometer en su campaña para la reelección en 2004 una reforma de la Constitución en la que se fijara que el matrimonio es una unión entre hombre y mujer.

    Pero, en esos comicios, la jefa de campaña del vicepresidente Dick Cheney era su hija, Mary, que lleva 15 años viviendo con la ex guardabosques Hewather Poe y que el 23 de mayo dio a luz a su hijo Samuel David Cheney, concebido, obviamente, por inseminación artificial. Así que, una vez ganada la reelección, Bush dejó la cuestión gay en el cajón de promesas incumplidas, para furia del ala evangélica de su partido.

    Eso deja al demócrata como el único partido rosa. Pero es un apoyo muy matizado. La mejor muestra de ello tuvo lugar el jueves, en un encuentro entre los candidatos de esa formación y líderes de la comunidad homosexual de EE.UU. coordinado por Human Rights Campaign y el canal de televisión LOGO.

    Los tres aspirantes con posibilidades de convertirseen candidatos a la Casa Blanca -Hillary Clinton, Barack Obama y John Edwards- defendieron las uniones civiles, pero se opusieron al matrimonio homosexual alegando criterios semánticos.

    Clinton señaló que su oposición es de índole «personal», mientras que Edwards recurrió a su «religión».

    Obama fue el único que articuló una respuesta clara, al señalar que todo se trata de una estrategia política. El senador por Illinois dijo que él no habría apoyado que el movimiento de los derechos civiles que terminó en los 50 y 60 con la discriminación racial en Estados Unidos hubiera empezado sus movilizaciones oponiéndose a las leyes que prohibían los matrimonios interraciales. Y añadió: «Deberíamos tratar de desenmarañar lo que ha sido históricamente la cuestión de la palabra 'matrimonio', que tiene una connotación religiosa para algunas personas, de los derechos civiles que se dan a las parejas».

    Desde que Holanda legalizó el matrimonio entre homosexuales en 2003, otros cuatro países -Bélgica, España, Canadá y Sudáfrica- han adoptado esa medida. En Estados Unidos, Massachusetts es el único estado en el que el matrimonio homosexual es legal.

  • Derechos y obligaciones

    Además, hay varios estados en los que los homosexuales tienen diversos tipos de uniones que les dan derechos y obligaciones similares a los de las parejas casadas. Pero eso no significa que en la práctica la unión entre gays sea similar al matrimonio, puesto que, por ejemplo, de cara al tramo nacional del IRPF -que en EE.UU. beneficia a las personas casadas- esas uniones no tienen validez.

    Lo mismo sucede con los funcionarios de la administración federal homosexuales. Un problema que eluden los empleados del sector privado, ya que cada vez más empresas conceden a las parejas gays los mismos derechos de planes de pensiones y asistencia sanitaria -algo muy importante en un país en el que apenas hay Estado de Bienestar- que a las casadas. Al final, va a ser el mercado, y no los políticos, quien iguale a las uniones homosexuales y a los matrimonios en EE.UU.
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