Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se declaró inocente el jueves ante una corte federal de Los Ángeles, de nueve cargos federales por evadir impuestos y presentar un formulario fraudulento de posesión de armas. Arriesga una condena de 17 años de prisión.
EEUU: el hijo de Biden se declaró no culpable de nueve cargos federales
La acusación, emitida el 7 de diciembre, afirma que el dinero que debía ir a los cofres del gobierno fue malversado en un "estilo de vida extravagante"
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Estos cargos fueron presentados en el pasado diciembre por el abogado especial David Weiss, quien examina el caso tras ser nombrado por el fiscal general, Merrick Garland, en agosto y fuera nominado en 2017 por el entonces presidente Donald Trump.
Las acusaciones a Hunter Biden
La acusación, emitida el 7 de diciembre, afirma que el dinero que debía ir a las arcas del gobierno fue malversado en un "estilo de vida extravagante".
Entre 2016 y octubre de 2020, "el acusado gastó este dinero en drogas, damas de compañía y novias, hoteles de lujo y alquiler de propiedades, coches exóticos, ropa, y otros elementos de naturaleza personal, en resumen, todo menos sus impuestos", afirma el documento de 56 páginas.
También agrega que gastó 1,4 millones de dólares en impuestos federales en drogas, acompañantes, hoteles de lujo, vehículos de lujo o ropa, entre otros.
De demostrarse su culpabilidad por los nueve delitos, tres de los cuales son considerados "graves", podría purgar una pena máxima de 17 años de cárcel, consignaron las agencias de noticias Europa Press y AFP.
Otras complicaciones legales
El hijo del mandatario enfrenta también una posible investigación del Congreso dirigida por el Partido Republicano sobre lo que el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, describió como los "negocios turbios" de su familia.
Sus complicaciones legales aumentan la presión para su padre, que se encamina a una dura confrontación por la reelección contra Donald Trump, que buscará regresar a la Casa Blanca en 2024, por el momento con encuestas levemente favorables.
El empresario de 53 años, en recuperación tras un pasado de adicción a las drogas, es un blanco constante de los republicanos que utilizan el caso para hablar, sin pruebas, de lo que denominan "La familia criminal Biden".
Ayer, un día antes de su presentación judicial en Los Ángeles, Hunter compareció sin aviso ante el Capitolio, en Washington, en donde dos comités dominados por el Partido Republicano debatían medidas de desacato en su contra por negarse a testificar a puerta cerrada el mes pasado sobre sus negocios.
También es blanco de otra acusación en Delaware por cargos federales sustentados en que habría infringido las leyes que impiden tener armas a consumidores de drogas.
El año pasado, un acuerdo que buscaba negociar su situación jurídica colapsó en medio de un cúmulo de críticas que referían que una reducción de su pena evidenciaba que el Departamento de Justicia lo trataba con misericordia por ser hijo del mandatario.
Su abogado, Abbe Lowell, dijo en diciembre que se trataba de lo contrario. "Basado en los hechos y en la ley, si el apellido de Hunter no fuese Biden, sus cargos en Delaware, y estos ahora en California, no habrían sido presentados", alegó.
En medio de constantes críticas, sin presentar evidencias, los republicanos impulsaron una investigación que busca impugnar al presidente por supuestas acusaciones de que se habría beneficiado por las negociaciones internacionales de su hijo.
La palabra de la primera dama, Jill Biden
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, cuestionó hoy los ataques de los republicanos contra su hijo.
"Creo que lo que están haciendo con Hunter es cruel, y yo estoy muy orgullosa de cómo Hunter ha reconstruido su vida tras la adicción", expresó al programa "Morning Joe", de la televisora MSNBC.
"Amo a mi hijo, y esto está hiriendo a mis nietos, y es lo que me tiene tan preocupada; está afectando sus vidas también", lamentó.
La comparecencia de Hunter Biden ante el Capitolio, ayer, recordó la forma en que abordó la citación el mes pasado, cuando en lugar de sentarse a declarar, dio una rueda de prensa fuera del Capitolio y dijo que sólo testificaría en público.
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