Un militar estadounidense por día se suicidó durante junio, 32 en total, 21 de los cuales estaban entre las tropas desplegadas en Irak y Afganistán. Otros 11 suicidas eran reservistas.
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"La causa desencadenante es siempre la misma. El ejército norteamericano combate desde hace nueve años en Irak y en Afganistán. Estos soldados son sometidos a un estrés creciente y el aumento del número de las misiones contribuye a empeorar la situación", explicó el coronel Christopher Philbrick, director del Equipo Especial para Prevención de Suicidios del Ejército.
Esa repartición castrense fue creada hace años y la integran equipos de psicólogos que asisten a los militares con depresión y otros trastornos, muchos de ellos por el tipo de misión y las acciones que son obligados a sobrellevar.
Estos problemas aparecen en el frente, en el exterior o al regresar al país. El fenómeno de los suicidios aumenta en lugar de disminuir.
En 2009 sumaron 244 los militares que se quitaron la vida, una cifra récord.
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