España impulsa ahora el suicidio asistido

El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero anunció con tres días de diferencia dos medidas polémicas que despertaron duras reacciones de la oposición. El sábado, en un encuentro de su partido, fustigó a sus críticos.

Madrid - A tres días del anuncio de la elaboración de una nueva ley de aborto, que eliminará barreras para acceder a la práctica, el Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero subió la apuesta y dará un paso que promete más polémica: permitir el suicidio asistido.

En una entrevista publicada ayer en el diario «El País» de Madrid, el ministro de Salud y Justicia, Bernat Soria, dijo confiar en que el proyecto se apruebe antes de que finalice el mandato del actual Parlamento, en 2012. «La reflexión ya está abierta, pero va a necesitar tiempo», indicó Soria.

«La batalla contra la muerte no la vamos a ganar, pero la batalla contra el dolor, sí», sostuvo Soria, quien destacó la prioridad de que «el derecho a una muerte digna» sea «real» en cualquier parte del país. «Hay un principio básico que separa dos formas de pensar: quien piensa que el propietario del cuerpo es uno mismo, y quien piensa que es alguien, una iglesia, una institución o un partido político. El Partido Socialista dice: el propietario de tu cuerpo eres tú», explicó el ministro al periódico.

«Esta sociedad es moderna y está preparada», indicó. «No vamos a decir a la comisión cómo debe acabar, pero sí creo que ofrecerá elementos suficientes para una decisión política».

Pioneros

La reforma planteada, que implica modificar el Código Penal de España, estaría en la línea de las leyes aprobadas en países como Suiza, que permite el auxilio al suicidio; u Holanda y Bélgica, que ya avalan la eutanasia.

Según el diario, «Salud prevé dos vías de trabajo: por un lado, ya se está actuando en todas las fases que no implican un cambio legal, sino un desarrollo normativo a base de decretos y estrategias de la Ley de Autonomía del Paciente (2002), para lo que va a constituirse un grupo de expertos», indicó.

Por otro lado, «Soria anunció la apertura de una comisión conjunta de Salud y Justicia que estudiará paralelamente, de forma específica, la regulación del suicidio asistido. Otro grupo de expertos trabajará en la confidencialidad, fuera de los focos», aseguró el medio. Para estas próximas etapas está previsto que participen científicos, médicos, religiosos y abogados.

Las críticas opositoras no se hicieron esperar. El portavoz del PP, Esteban González Pons, manifestó a la cadena CODE que se trata de «otro globo sonda, otra llamada de atención, otra cortina de humo». Según el funcionario, al hablar de «suicidio asistido», el Gobierno dio «un salto cualitativo hacia adelante» con el objetivo de esconder las « víctimas del desempleo».

Asimismo, González Pons destacó que, con la propuesta de Soria, los socialistas «renunciaron a los cuidados paliativos, ya no hablan de muerte digna, hablan de suicidio asistido». Por último, el vocero del partido liderado por Mariano Rajoy añadió que el gobierno de Zapatero busca tapar su fracaso en política económica, por lo que si lo del suicidio asistido fracasa, «los socialistas harán propuestas como que «las próximas Navidades Melchor, Gaspar y Baltasar traigan oro, incienso y 400 euros; o que los toreros toreen sin corbata para gastar menos agua al ducharse; o que las procesiones de Semana Santa se conviertan en laicas».