Megajuicio a Al-Qaeda en Madrid

Madrid (Reuters) - El presunto líder de la red islámica extremista Al-Qaeda en España se declaró ayer inocente y negó haber conocido a Mohamed Atta, uno de los aeropiratas del 11 de setiembre de 2001, y haber ayudado a fijar una reunión entre éste y otro sospechoso de los atentados en Estados Unidos, que dejaron más de 3.000 muertos.

Los investigadores creen que Atta, que se piensa piloteó uno de los dos aviones que fueron lanzados contra las Torres Gemelas del World Trade Center; y Bin al-Shai bah, el supuesto coordinador de los atentados del 11 de setiembre, se reunieron en España en el verano (boreal) de 2001 para planificar los ataques.

«Es lo que he leído, pero jamás he conocido a estos chicos ni he estado con ellos...
Ni a Atta ni a Ramzi (Ramzi bin al-Shaibah)», afirmó Imad Eddin Barakat Yarkas, alias «Abu Dahdah», a preguntas de los fiscales.

El sirio Barakat Yarkas, nacido en 1963, y quien llegó a España hace 20 años, es el principal sospechoso en el « megajuicio» que se sigue en Madrid contra 24 hombres acusados de pertenecer a Al-Qaeda y uno de los tres acusados de asesinato en masa por los atentados de Nueva York y Washington. El acusado negó cualquier relación con grupos armados y dijo que no le gusta disparar armas, así como calificó la teoría de la acusación sobre cómo comenzó Al-Qaeda en España de «una invención». Los fiscales alegan que ayudó a concretar la cumbre en la ciudad de Tarragona, a la que aseguran también asistió el sirio Mohamed Belfatmi.

Bin al-Shaibah está detenido en Estados Unidos, mientras que Belfatmi -uno de los otros 17 sospechosos, entre los que está también el jefe de Al-Qaeda, Osama bin Laden- sigue prófugo. El fiscal Pedro Rubira preguntó a Barakat Yarkas si organizó la reunión, mencionando a Atta y Bin al-Shaibah.

«No, señoría, y no conozco a estas personas», respondió Barakat Yarkas en el segundo día del juicio, que se espera dure varios meses.

Barakat hizo una enérgica defensa, diciendo que sus conversaciones telefónicas grabadas fueron malinterpretadas y que sus relaciones con otros sospechosos eran sólo de amistad o relaciones casuales por negocios o en la mezquita.