27 de mayo 2010 - 00:00

Obama, enfurecido: “¡Que BP tape ese maldito agujero!”

Obama, enfurecido: “¡Que BP tape ese maldito agujero!”
Washington - Los numerosos intentos fallidos de British Petroleum (BP) para contener el inmenso derrame de crudo en el Golfo de México consiguieron que el presidente Barack Obama perdiera la paciencia: «¡Que tapen ese maldito agujero!», disparó en una reunión privada. Bajo presión y a 36 días de la explosión de la plataforma petrolífera, ayer la compañía lanzó un ambicioso operativo en aguas profundas para sellar la fuga.

El procedimiento, conocido como «top kill», arrancó a media tarde, poco después de que la Guardia Costera de EE.UU. diese luz verde a la multinacional británica para comenzar a trabajar. BP bombeará cemento tras inyectar fluidos pesados en una maniobra que «podría prolongarse durante dos días».

Sin embargo, la empresa indicó que «no se puede predecir cuánto tiempo será necesario para comprobar» el éxito o fracaso de la nueva prueba, a la que atribuyó un 60% o un 70% de posibilidades de éxito.

Si la operación «top kill» se une a la lista de fracasos de BP por bloquear la fuga, el Gobierno de Obama podría no tener otra opción más que asumir el papel central en la lucha contra lo que ya se considera el peor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos.

Obama visitó ayer una fábrica de paneles solares en Fremont, California, donde subrayó que el «descorazonador» derrame de crudo puso en relieve la necesidad de fuentes alternativas de energía.

En su discurso, el mandatario se refirió a los más recientes esfuerzos por solucionar el problema y admitió que «no hay garantías» de que la operación de sellado del pozo funcione. No obstante, ya se estudian nuevas alternativas ante una posible falla.

El jefe de la Casa Blanca indicó que «ya se ha causado bastante daño» y prometió que su Gobierno «no descansará hasta que no se haya cerrado el pozo» y eliminado por completo la marea negra.

Se espera que Obama ofrezca hoy un mensaje a la industria petrolera en el que anunciaría requerimientos de seguridad más estrictos para la perforación en plataformas en alta mar, indicó un funcionario de la Casa Blanca. El presidente ofrecerá la conferencia una vez que reciba un informe sobre el desastre ecológico elaborado por el Departamento del Interior.

En marzo, Obama había anunciado el cambio más drástico en la política petrolera de EE.UU. en 19 años: la apertura a la exploración de crudo y gas de la mayor parte de la costa Este del país, de un amplio segmento del Golfo de México, y del litoral ártico de Alaska. Así logró imponer una medida que su antecesor George W. Bush no había conseguido en ocho años al mando debido a la férrea oposición demócrata. Ante las críticas de sus correligionarios, Obama afirmó que con esos permisos se podría reducir la «dependencia» de petróleo importado. Este episodio somete esa política a nuevos cuestionamientos.

Sin un final a la vista para la catástrofe ambiental, analistas sostienen que el derrame podría tener un fuerte costo político para Obama antes de las elecciones legislativas de noviembre, que podrían erosionar el poder del Partido Demócrata en el Congreso.

Agencias ANSA, EFE y Reuters

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