24 de diciembre 2006 - 00:00

Pinochet reivindica golpe militar en una carta póstuma

Augusto Pinochet
Augusto Pinochet
El ex dictador chileno Augusto Pinochet reivindicó en una carta póstuma difundida el domingo el golpe militar con que derrocó al presidente socialista Salvador Allende y se declaró "orgulloso" de su actuación.

Pinochet murió el 10 de diciembre a los 91 años de edad por una falla cardíaca, sin haber sido condenado por la justicia por los atropellos a los derechos humanos durante la dictadura, entre 1973 y 1990, ni tampoco por millonarias cuentas secretas.

En la carta a los chilenos, publicada en diarios locales, Pinochet justificó el derrocamiento de Allende y afirmó que debió actuar "con el máximo rigor y sostenidamente" para evitar la amenaza de una "guerra civil".

En 1973, "fue preciso emplear diversos procedimientos de control militar, como reclusión transitoria, exilios autorizados, fusilamientos con juicio militar", dijo Pinochet.

Durante la dictadura, unas 3.000 personas murieron por razones políticas y muchos cuerpos fueron "desaparecidos", mientras que otros 28.000 sufrieron torturas.

"En muchas muertes habidas y en los desaparecimientos de cuerpos es muy posible que no se logre jamás un conocimiento acabado del cómo o por qué ocurrieron", dijo.

"No se puede descargar con simpleza la responsabilidad de un sinnúmero de extralimitaciones porque no hubo un plan institucional para ello. Los conflictos graves son así y siempre serán así: Fuente de abusos y exageraciones", agregó.

Pinochet sostuvo que actuó "con rigor, pero con mucha más flexibilidad que la que se me reconoce", por lo que siempre se refirió a su mandato como una "dictablanda".

"(...) Con toda sinceridad, declaro estar orgulloso de la enorme acción que hubo que realizar para impedir que el marxismo leninismo alcanzara el poder total, y también, para que mi entrañable patria fuera una 'gran nación'", dijo.

"De repetirse la experiencia hubiere deseado, sin embargo, mayor sabiduría", afirmó.

El ex dictador murió mientras se recuperaba de un infarto al miocardío. Antes de ser internado en el hospital, se encontraba bajo arresto domiciliario por el secuestro y homicidio de dos opositores, poco después del golpe militar.

En los últimos años, el peso público de Pinochet decayó con fuerza y muchos de sus antiguos aliados le dieron la espalda, en especial luego que la justicia le descubrió cuentas secretas en el extranjero por al menos 27 millones de dólares.

"Mi destino es un tipo de destierro y soledad que jamás hubiera pensado, y menos deseado", declaró Pinochet.

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