27 de octubre 2005 - 00:00

Premian a Damas de Blanco que desafían a Castro

Las Damasde Blancofestejanayer, en LaHabana, elPremioSajarov alos DerechosHumanosque lesentregó elParlamentoEuropeo.
Las Damas de Blanco festejan ayer, en La Habana, el Premio Sajarov a los Derechos Humanos que les entregó el Parlamento Europeo.
La Habana (AFP, Reuters, EFE, ANSA) - Cuando 75 opositores cubanos fueron apresados en la primavera de 2003, sus esposas cambiaron sus hábitos: dejaron al instante su apacible vida hogareña para exigir en las calles al régimen de Fidel Castro que «abra las celdas». Ellas, las Damas de Blanco, recibieron ayer el prestigioso Premio Sajarov del Parlamento Europeo por su lucha por los derechos humanos.

Se llaman Gisela, Miriam, Loida, Laura, Berta y Julia; economistas, amas de casa, maestras, periodistas o campesinas, católicas o ateas. Son un grupo de mujeres que en nombre de la paz, el amor o los derechos humanos está unido por una razón: la liberación de sus hombres. Dicen no ser una organización política y no tener una líder. Visten de traje blanco y llevan un botón en la solapa con el rostro de su esposo preso y el número de años a los que fue condenado. Las penas impuestas por la dictadura rondan los 28 años de cárcel y fueron aplicadas a 75 disidentes por nuevos «delitos de opinión»; algunos de ellos ya lograron recuperar la libertad.

«Yo soy muy mala política. Soy buena amante. Estoy metida en esto por amor», dice sin titubear una de ellas, Loida Valdés, esposa del preso político Alfredo Fuentes.

Hay quienes las comparan con las Madres de la Plaza de Mayo, que exigen justicia por los desaparecidos en la Argentina. Pero ellas, dice Miriam Leiva, también Dama de Blanco, «no nos quisieron recibir una vez que estuvieron en La Habana, y no sabemos por qué».

«Para la seguridad del Estadosomos las viejas locas», asegura otra de ellas, Laura Pollán, esposa del preso político Héctor Maseda, presidente del ilegal Partido Liberal.

Todas coinciden en que ahora son otras. «Yo salí de mi nido. Tengo un matrimonio de 34 años, que se me está yendo de las manos. Soy otra mujer, pero lo quiero más», dice Loida.

También se volvió poetisa. Mostró uno de sus poemas:
«No queda palabra que no te escuchara, sí, libertad, pero de tu celda la has gritado y yo desde mis cambios la he oído».

Estas mujeres de carácter e ideologías fuertes fueron galardonadas ayer por el Parlamento Europeo con el Premio Sajarov a los Derechos Humanos, lo que esperan contribuya a la liberación de sus maridos.

Las Damas de Blanco compartieron el Premio Sajarov 2005 con la organización
Reporteros Sin Fronteras y la abogada nigeriana Huawa Ibrahim, según informó la colectividad cubana.

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