5 de marzo 2013 - 17:57

Reformas en Capilla Sixtina por cónclave

La Capilla Sixtina cerró al público y trabajadores comenzaron a acondicionarla para el cónclave que elegirá al nuevo Papa, una reunión esperada por los católicos de todo el mundo cuya fecha de inicio podría ser anunciada mañana y que se espera sea el próximo lunes. 

Pese a la inminencia del cónclave, cinco cardenales todavía no llegaron al Vaticano para las reuniones preparatorias que desde ayer se realizan en la Santa Sede para que los purpurados se familiaricen uno con el otro y discutan la situación de la Iglesia Católica, que quedó sin líder tras la renuncia de Benedicto XVI. 

Cardenales subrayaron la importancia de estas reuniones previas, llamadas congregaciones, y aunque no dieron señales de ningún apuro en fijar fechas, fuentes vaticanas citadas por la prensa italiana dijeron que mañana mismo podría anunciarse el día de inicio del cónclave, que sería el próximo lunes 11 de marzo. 

"Tomará el tiempo que tome. Nadie quiere apurar esto", dijo a periodistas el cardenal estadounidense Daniel Di Nardo, informó la cadena de noticias CNN. Di Nardo dijo que esperaba estar de regreso en su casa para Semana Santa, que empieza el 24 de marzo con el Domingo de Ramos. 

En tanto, en una de las primeras señales visibles de que se acerca la elección del nuevo Papa, la celebérrima y ornamentada Capilla Sixtina del Vaticano fue cerrada este martes al público a las 13 para preparar el lugar para el cónclave, informó la agencia de noticias EFE. 

Poco después, personal de los Servicios Técnicos vaticanos comenzó a acondicionarla. Lo primero que harán será igualar el suelo, se cubrirá el original para que no se dañe, y colocarán la sillería y mesas donde se sentarán y en las que escribirán los 115 cardenales, informó el vocero vaticano, Federico Lombardi.  

También colocarán las dos chimeneas, una en la que quemarán las papeletas y otra de la que saldrá el humo blanco, que señalará al mundo de que los cardenales han elegido papa, o negro, señal de que la Iglesia sigue sin pontífice. 

Lombardi reveló además que, por primera vez en un cónclave, se usarán dos estufas, una para quemar los votos y otra de la que saldrá el humo, para que se reconozca fácilmente su color y no haya equívocos como el ocurrido en 2005 durante las votaciones que terminaron con la elección de Benedicto XVI.  

El portavoz vaticano señaló que con la combustión sólo de los folios con paja no sería suficiente para mostrar al mundo si se trata de "fumata blanca" o "fumata negra", y que para que no haya errores, una de las dos será destinada exclusivamente a mostrar al mundo, "de manera indudable" el humo blanco o negro. 

En tanto, los purpurados celebraron este martes la tercera reunión preparatoria, a la que asistieron 110 de los 115 cardenales electores, es decir los que tiene menos de 80 años, que, como establece la normativa de la Iglesia, son los que pueden elegir al 266 sucesor del Apóstol Pedro. 

Faltan por llegar el patriarca copto católico Antonius Naguib, de Egipto; el cardenal alemán karl Lehmann, el vietnamita Jean Baptiste Pham Minh Man; el de Hong Kong, John Tonh Hon y el de Varsovia, Kazimierz Nycz. 

Aunque según señaló el cardenal decano, Angelo Sodano, en la carta en la que les llamaba al cónclave este será fijado cuando estén todos los purpurados electores, Lombardi dijo que no es necesario que estén todos presentes, basta que aseguren que estarán en Roma en la fecha que se decida. 

Este miércoles también celebrarán una única sesión y por la tarde se reunirán en la basílica de San Pedro del Vaticano para rezar, "en un momento tan importante para la Iglesia". El Vaticano mostró las tres urnas que se usarán durante el cónclave. 

Una para introducir los votos, otra para recoger los votos ya escrutados y una tercera por si algún elector enferma y no puede acudir a la Sixtina y otro cardenal se acerca hasta la residencia de Santa Marta, donde se alojarán, para que deposite el voto. 

En este segundo día de congregaciones generales, los cardenales enviaron asimismo un mensaje alpapa emérito Benedicto XVI en el que le expresaron su "gratitud" por su "luminoso ministerio" y por el ejemplo dado "de un generoso celo pastoral para el bien de la Iglesia y del mundo".  

Los cardenales evitaron hacer declaraciones a la prensa y se desconoce si el Vatileaks -como es conocido al escándalo de la publicación de documentos privados de Benedicto XVI y del Vaticano, que desvelan intrigas y enfrentamientos en el pequeño estado- fue analizado por los purpurados.

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