10 de octubre 2020 - 10:13

La historia de Carlo Acutis, el joven influencer italiano que fue beatificado en el Vaticano

Falleció a los 15 años en 2006 y su cuerpo se conserva aún "íntegro" con sus jeans y zapatillas características.

El joven era considerado un influencer de la Eucaristía.

El joven era considerado un "influencer de la Eucaristía".

Carlo Acutis, el joven influencer de temas religiosos fallecido a los 15 años y destacado por el Papa como un ejemplo de evangelización en el mundo digital, fue beatificado frente a más de 3.000 fieles que colmaron la pequeña ciudad italiana de Asís, pese al alza de casos de coronavirus y con miles de personas que siguieron la ceremonia por streaming desde todo el mundo.

"Su vida es un modelo particularmente para los jóvenes", destacó el cardenal Agostino Vallini, durante la misa de beatificación con la que el Vaticano ya considera a Acutis oficialmente como "beato", paso previo a la Santidad.

Acutis, un joven influencer italiano de temas de religión considerado "creativo y genial" por el papa Francisco, falleció a los 15 años en 2006 y su cuerpo se conserva aún "íntegro" con sus jeans y zapatillas características.

"Carlo era un joven muy simple desde que era bien chico y me impresionó siempre cómo atraía a la gente como si sintieran un gran deseo de hablarle. Buscaba crear una comunión, crear un contacto con todo el mundo en el centro de Milán, donde creció y se nutrió del diálogo con las personas de otros continentes que están en la ciudad, con las que hablaba y de las que se hacía amigo", contó su madre, Antonia Salzano, en diálogo con Télam desde Asís.

Acutis nació en Londres el 3 de mayo de 1991 y falleció el 12 de octubre de 2006 días después de saber que tenía leucemia, cuando había llegado a convertirse en un "influencer de la Eucaristía" a través del catecismo virtual y un proyecto que había desarrollado para poner online todo tipo de con contenidos religiosos.

Para llegar a su beatificación el Vaticano, a través de la Congregación para las Causas de los Santos y de un decreto del papa Francisco, consideró que ocurrió un milagro con un niño brasileño que padecía una afección mortal al páncreas y sanó tras tocar una reliquia de Carlo en 2013.

"El niño tenía el páncreas casi partido a la mitad, no podía comer sólido y tenía muchos dolores. La única solución era operarlo pero la operación es muy riesgosa, hasta que tuvo contacto con una de las reliquias de Carlo y al tercer día tuvo una transformación instantánea, como la llamaron los médicos, y sanó de inmediato", recordó la madre del futuro beato.

"Es un milagro de segundo grado, siendo los de primer grado los que hizo Jesús, de los más importantes", agregó Salzano con orgullo.

De todos modos, la madre del futuro beato sostuvo que no le extrañaría que su hijo se convierta en Santo, para lo que el Vaticano exige la comprobación de un milagro más. "Carlo será beatificado el sábado por un milagro, pero ha hecho varios. Para empezar el proceso, la Congregación de los Santos eligió uno. Pero hay muchos más", detalló a Télam.

Salzano recordó los primeros años de Carlo, entre Milán y Asís. "Siempre nos dimos cuenta de que era especial por su generosidad y el hecho de que en lugar de ir a divertirse siempre estaba ayudando a los pobres o muy concentrado con las adoraciones eucarísticas", dijo la mujer.

El obispo de Asís, Domenico Sorrentino, analizó en diálogo con Télam que "la atención que Carlo Acutis está ejerciendo en todo el mundo es impresionante".

"Aquí en Asís estamos acostumbrados al encanto de San Francesco, que atrae a millones de visitantes y muchos devotos. Pero que un chico que murió a los quince años en 2006 ya sea tan influyente es algo que solo se puede explicar por razones sobrenaturales. La atracción que ejerce Carlo se parece, en cierto modo, a la que ejercía Francisco de Asís en su tiempo", sostuvo Sorrentino.

Y es justamente en la ciudad del santo del que Jorge Bergoglio tomó el nombre como Papa, que el cuerpo de Carlo se expone hasta el 17 de octubre para que pueda ser contemplado por los fieles. Un cuerpo que está expuesto con campera, jean y zapatillas, su ropa característica durante la juventud, y en excelentes condiciones.

"El cuerpo fue tratado con técnicas de conservación y de integración que habitualmente se practican para exponer con dignidad a los fieles los cuerpos de santos y beatos", explicó Sorrentino, quien consideró que se mantiene "íntegro".

El rostro del joven fue reconstruido con una máscara de silicona para su exposición a los fieles, mientras que el corazón se extrajo del cuerpo para que quede como reliquia venerable en el convento de la ciudad del centro de Italia.

Además de su preocupación concreta por los pobres y necesitados, Carlo había dedicado su vida religiosa a la creación de redes cibernéticas para poner en contacto a más de 10.000 parroquias de todo el mundo, al punto que su madre aún considera "increíble cómo se difundió lo que empezó él".

"Fue la continuación en la adolescencia de lo que vimos desde bien chico, que él se organizaba para llevar parte de su cena a los pobres y a las personas que veíamos durmiendo en cartones en la calle, a cada uno le daba su propio recipiente, les daba compañía. Tuvo una sensibilidad hacia los pobres toda su vida, compraba las cosas puramente esenciales para poder hacer más obras de bien", destacó Salzano.

En ese marco, fue el propio papa Francisco quien en la exhortación apostólica Christus Vivit, de 2018, se refirió a la misión del futuro beato en la red: "Es verdad que el mundo digital puede ponerte ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío. Pero no olvides que hay jóvenes que también en estos ámbitos son creativos y a veces geniales. Es lo que hacía el joven venerable Carlo Acutis", planteó entonces el pontífice.

La ceremonia de beatificación de Acutis, cómo no podía ser de otra forma luego de su evangelización en el mundo digital, fue transmitida por streaming a todo el mundo.

"Él me preguntó si debía hacerse sacerdote y estaba contemplando esta idea cuando murió. Estoy convencida de que tenía una misión para la Iglesia en la Tierra y en el cielo", aseguró su madre, convencida de que la beatificación de su hijo puede ser "un ejemplo" para que jóvenes de todo el mundo "elijan un cambio de vida" o, como era el lema de Carlo: "Ser originales y no fotocopias".

Dejá tu comentario

Te puede interesar