19 de mayo 2010 - 21:56

Saqueos e incendios en Tailandia tras la rendición de los "camisas rojas"

Saqueos e incendios asolaron Bangkok luego de que soldados irrumpieron en un campamento de manifestantes opositores al Gobierno, forzando a sus líderes a rendirse, pero provocando choques en los que murieron seis personas y generaron disturbios en el norte.

Gobierno extendió un toque de queda nocturno en Bangkok a 24 provincias, casi un tercio del total del país. El malestar se diseminó a otras siete provincias, y los ayuntamientos de tres áreas norteñas, bastiones de los activistas opositores, fueron incendiados.

En horas previas, los manifestantes "camisas rojas" incendiaron al menos 27 edificios en la capital, entre ellos la bolsa tailandesa y al menos 16 sucursales bancarias. Central World, el segundo mayor complejo de tiendas por departamentos del sudeste asiático, estaba envuelto en llamas y parecía pronto a colapsar.

Los disturbios se han convertido en la violencia política "más extendida y más incontrolable" que Tailandia haya visto, dijo Charnvit Kasetsiri, un destacado historiador político. Este mes se cumplen exactamente 18 años desde los grandes disturbios conocidos como "Mayo Negro".

El primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, dijo en un discurso televisado la noche del miércoles: "Estoy confiado y determinado a terminar con los problemas y regresar la paz y el orden al país nuevamente".

En Washington, un funcionario del Departamento de Estado estadounidense dijo a periodistas que se habían planificado conversaciones con diplomáticos y funcionarios tailandeses.

"Ha habido importantes incendios, importantes saqueos a lo largo de la ciudad y hay reportes de incidentes esporádicos a lo largo de todo el país", dijo Kurt Campbell, secretario de Estado adjunto para el este de Asia y el Pacífico.

Gran Bretaña alteró un asesoramiento, recomendando no viajar a Bangkok "en vista de la altamente incierta situación de seguridad y la actualmente impredecible violencia".

No estaba claro si la violencia que siguió a la rendición de los líderes era una última manifestación del malestar de las fuerzas anti gubernamentales, o el inicio de un enfrentamiento más intenso y extendido.

"Ahora la situación es peor de lo esperado y es muy difícil de detener", declaró Kavee Chukitsakem, jefe de investigación de Kasikorn Securities.

"Después de que los líderes de los 'camisas rojas' se rindieron, las cosas estaban fuera de control. Son como insectos volando alrededor de un lugar a otro, causando irritación", agregó.

Un toque de queda nocturno fue impuesto en Bangkok y posteriormente fue extendido a 24 provincias, y las fuerzas de seguridad fueron autorizadas a disparar a saqueadores e incendiarios.

Autoridades ordenaron que equipos médicos y de desastres estén preparados mientras los soldados continúan las operaciones durante la noche.

Bangkok se tranquilizó poco después del inicio del toque de queda, indicaron fuentes en la capital, pero hubo algunos reportes de escaramuzas en las calles.

Grupos de manifestantes camisas rojas permanecieron en al menos dos zonas de Bangkok, donde se escucharon tiroteos durante las últimas horas del miércoles.

Al menos 700 mujeres, niños y ancianos pasaron la noche en un templo budista cerca del campamento principal de la protesta.

"Han sido sicológicamente asustados y convencidos por los líderes de que morirían si se van", dijo el defensor de derechos de los niños Wallop Tangkananuwat.

Los medios locales están sometidos a una prohibición de informar y la televisión emitió programas de tailandeses bailando y enarbolando banderas, y las transmisiones fueron interrumpidas periódicamente para dar paso a declaraciones del Gobierno.

"Va a ser difícil sofocar esto y esta noche va a ser muy siniestra con los medios fuera del aire y el toque de queda impuesto. Se puede esperar que haya caos y una extendida represión", dijo Charnvit.

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