Socialismo del siglo XXI: lo que Chávez no logró
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La disección del SSXXI no termina allí. Dieterich hace referencia a "los nichos con ineficiencia no deseable", difíciles de remover, porque durante décadas Venezuela "ha vivido a través de los compadrazgos y en el fondo no hay más una clase empresarial, no hay una burguesía emprendedora e innovadora", dice.
Son medidas impopulares que, de acuerdo a Dieterich, Maduro no tendría hoy la fuerza necesaria para implementar. "Maduro será un presidente relativamente débil", arriesga. "Tiene enfrente, con Cabello, a dos sólidos bloques de poder: uno, el aparato del partido, el PSUV, donde el presidente de la Asamblea Nacional es un Aparatik, un hombre del aparato. El segundo bloque, más fuerte, decisivo, lo conforman los once gobernadores ex militares -entre ellos hay cuatro ex ministros de Defensa-, que se vinculan con los generales en actividad", agrega. "Como Maduro no tiene una fuerza orgánica dentro del partido ni vínculos dentro de las FFAA", dice el sociólogo alemán en entrevista exclusiva con ámbito.com, " deberá buscar los consensos en las decisiones y diálogos del futuro".
En cuanto al consenso, lo va a necesitar. Las previsiones de algunos bancos extranjeros anticipan "creciente inflación y escasez de bienes que llevarán al Gobierno a realizar reformas mucho más radicales, como un incremento de los controles de precios, nacionalizaciones y nuevas intervenciones".
Por otra parte, ya hay noticias de que el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), receptor de los créditos otorgados por el Banco de Desarrollo de China, podría enfrentar dificultades para honrar sus obligaciones, en caso de que hubiera otra vez retrasos con los suministros de petróleo o combustibles, que es la modalidad escogida para el pago de ese financiamiento.
La deuda con ese banco de China es de u$s 22.600 millones, equivalente al 21,4% del total de la deuda pública externa de Venezuela. Frente a la incertidumbre político-económica y a la capacidad de acción del gobierno de Nicolás Maduro, los chinos (hoy los prestamistas más importantes del Estado venezolano), dilatan nuevos desembolsos de fondos.
Pero, curiosamente, los chinos podrían señalizar el camino hacia el SSXXI formulado por Dieterich y en el que Venezuela no hizo bien los deberes. "Cualquiera que quiera regresar al modelo de Lenin (que Cuba abandonó hace 3 años) está fuera de la realidad", dice Dieterich. "China lo entendió en el 78 cuando Deng Xiaoping dejó el modelo de Mao y trajo nuevas políticas de reformas". "Hoy China podría ser el primer país que empezase gradualmente a implementar el SSXXI, porque en América latina no veo a ningún gobierno que quiera ahondar en ese camino".
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