8 de diciembre 2013 - 11:39

"Tenemos que seguir la ofensiva y no darles descanso"

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, lamentó que las FARC busquen, con el atentado de ayer en Inzá, departamento del Cauca, presionar al Gobierno para que reduzca las acciones militares, en tanto su administración ofreció una alta recompensa por información sobre los autores del hecho.

"Tenemos que seguir la ofensiva, no darles un minuto de descanso, no darles un minuto de tregua para que no tengan la capacidad de cometer actos como los que acabamos infortunadamente de ver", manifestó Santos anoche, al concluir un consejo de seguridad en Popayán, la capital del Cauca, en el suroeste del país.

Según las informaciones oficiales, guerrilleros de las FARC llegaron esta madrugada a la plaza de Inzá con una camioneta desde la que lanzaron artefactos explosivos rudimentarios contra la estación de Policía en la que estaba además una unidad de la Brigada Móvil 29 del Ejército.

En el ataque murieron cinco militares, un policía y tres civiles y quedaron heridas decenas de personas, según el Gobierno.

Aunque en toda la jornada se habló de 8 muertos, Santos elevó esa cifra a 9, y de la veintena de heridos el presidente pasó a 38.

"Si las FARC cree que con actos como este nos van a llevar a un cese al fuego, que es lo que también están diciendo, se equivocan; se equivocan de cabo a rabo", dijo el mandatario.

En tanto, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunció una recompensa de 50 millones de pesos (unos 25.000 dólares) para quien brinde información sobre los directos responsables del acto terrorista de ayer, reportó la agencia EFE.

En la misma línea de Santos, Pinzón calificó al hecho como "un acto demencial y de barbarie" contra la población de Inzá, y detalló que el Ejecutivo ofreció "una recompensa de 50 millones de pesos a quienes lleven a la captura de los responsables directos de este hecho".

El Gobierno y las FARC negocian desde hace más de un año en Cuba un acuerdo de paz, pero desde un comienzo acordaron que los diálogos serían sin cese del fuego.

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