Tras las amenazas de Al Qaeda, reabrieron las embajadas en Yemen
-
Trump anunció un arancel del 50% al cobre y disparó los precios a máximos históricos
-
EEUU elimina un control clave para turistas en los aeropuertos tras casi 20 años

El fallido atentado a un avión en Detroit puso en alerta a la comunidad internacional.
En las acciones efectuadas el lunes sobre el Mar Arábico fueron muertas dos personas, supuestos miembros de Al Qaeda, a quienes el gobierno yemenita consideró "vinculados con las amenazas dirigidas contra la embajada estadounidense".
En cuanto a la embajada de Francia, seguirá cerrada al público hasta que la evaluación sobre la seguridad permita su reapertura, afirmó el portavoz del Quai d'Orsay en París, Bernard Valero.
El vocero del Ministerio de Exteriores francés enumeró las tres medidas adoptadas por su país después de recibir amenazas.
"La primera -dijo- fue el cierre del acceso al público de nuestra representación diplomática, la segunda la recomendación de prudencia a los connacionales en Yemen, y la tercera, el desarrollo de un trabajo muy atento, vigilante, sobre la situación de seguridad en el lugar".
Valero agregó que "el embajador y su equipo están trabajando" y que la sede, aunque está cerrada al público, "funciona".
El ministro del Exterior yemenita, Abu Bark al-Qurbi, afirmó que su país necesita "cooperación internacional para entrenamiento y preparación de unidades antiterrorismo", además "del apoyo al desarrollo del país, pues una parte del problema es económico".
El ministro habló en Doha, Qatar, donde realizó el lunes una visita oficial de pocas horas, y desmintió que se esté realizando una "nueva mediación" de Qatar -como sucedió en el pasado- entre Yemen y los rebeldes chiitas del norte.
"No hablamos ahora de mediación pues la solución ya está prevista en el acuerdo de Doha", dijo al-Qurbi sobre el entendimiento firmado en febrero de 2008 por los rebeldes y el gobierno de Sanaa con la mediación de Qatar.
El acuerdo, luego de seis años de guerra, prevé que los rebeldes chiitas abandonen sus emplazamientos en las montañas del norte, entreguen sus armas y sus equipos, liberen a los prisioneros y no se entrometan en los asuntos locales de la provincia septentrional de Saada.
El jefe de los rebeldes en el norte de Yemen, Abdelmalek al Huthi, que había sido considerado muerto, concedió una entrevista al diario libanés al Akhbar, que se publicó hoy.
"Los enfrentamientos no se detuvieron y los dos ejércitos (yemenita y saudita) no lograron éxito", dijo al Huthi, a quien ese medio dijo haber entrevistado el 30 de diciembre.
Tres días antes, el ministerio de Defensa yemenita había afirmado que "un creciente número de fuentes reportan la muerte del terrorista Abdelmalek al Huthi" y que fue sepultado "en el monte Tolan en la región de Malahith".
En tanto, Hassan Zaid, jefe de los separatistas yemenitas del sur, advirtió que su país puede transformarse en un "nuevo Afganistán" si las fuerzas gubernamentales de Sanaa, comprometidas en la lucha contra Al Qaeda, no detienen sus "ataques contra los civiles".
Zaid, citado por el periódico Asharq Alawsat, afirmó que "los civiles del sur de Yemen son solidarios con Al Qaeda, a causa de los continuos ataques contra ellos por parte de las fuerzas gubernamentales".
"El país se transformará así en un nuevo Afganistán", advirtió Zaid.
El jefe de los separatistas del sur afirmó que "para aislar a Al Qaeda de los civiles, y para hacer legales sus actividades militares, el ejército yemenita debe precisar sus objetivos y anunciarlos a los medios".
"No hay ninguna vinculación entre nosotros y Al Qaeda", reiteró Zaid, quien precisó que "sólo la geografía nos une", en referencia a la localización en las regiones meridionales de Yemen de algunas presuntas bases de la red que dirige Osama Bin Laden.
Dejá tu comentario